Ence – Energía y Celulosa ha alcanzado un acuerdo con sus comités de empresa para negociar la preparación de un Plan de Competitividad Laboral que contemple la reducción y flexibilización de sus costes salariales, así como la reducción de los puestos de trabajo excedentes. El objetivo es hacer frente al fuerte impacto de las medidas energéticas aprobadas por el Gobierno recientemente, así como mantener la capacidad de Ence para competir en el mercado internacional de la celulosa.
A fin de facilitar las negociaciones, la empresa –que ha reiterado la justificación de las causas que sustentan la necesidad del despido colectivo y de asegurar la viabilidad de la compañía–, decide dejar sin efecto hasta el próximo 31 de mayo dicho procedimiento de despido colectivo. No obstante, en caso de que las negociaciones no lleguen a buen fin y no se alcancen los objetivos de reducción de plantilla y costes, Ence seguirá adelante con el expediente para la regulación de empleo en la compañía. Por su lado, los representantes de los trabajadores han decidido desconvocar las huelgas presentadas.
Además de la reestructuración de la plantilla, empresa y trabajadores se centrarán en avanzar en la flexibilidad de los costes salariales a través de su vinculación a la productividad y los resultados, y no al IPC como establecen hasta el momento los actuales convenios colectivos en vigor en Ence.
Así mismo, con el objetivo fundamental de preservar la competitividad de la compañía, el Acuerdo Marco deberá incorporar una fuerte moderación salarial durante los próximos años, así como un aumento de la jornada anual, en línea con el convenio del sector como medidas clave para ganar competitividad y eficiencia. La reducción de los salarios del personal de nuevo ingreso, la clasificación profesional y la previsión social serán también materias que contemplarán las próximas negociaciones.
A pesar de la delicada situación que han creado las medidas energéticas del Gobierno y la necesidad a la que se ha visto forzada Ence de poner en marcha con urgencia duras medidas para evitar la pérdida de mercado y garantizar el futuro de la empresa, finalmente la disposición al diálogo y la voluntad de entendimiento por ambas partes han hecho posible sentar las bases para que Ence pueda superar el impacto de dichas medidas, mantener el mayor nivel de empleo posible, así como garantizar su sostenibilidad y rentabilidad.
El modelo industrial que Ence ha impulsado en los últimos años, basado en el aprovechamiento integral del árbol para la producción de celulosa y la generación de energía con biomasa, ha hecho posible a la compañía mantener su capacidad de penetración en un mercado mundial altamente competitivo como es el de la celulosa.
Gracias a este modelo, Ence ha logrado hasta la fecha unos costes competitivos frente a productores como los brasileños, cuyos costes de suministro de madera son muy inferiores –prácticamente una tercera parte– a los españoles, dadas las condiciones climáticas de aquel país. Hay que resaltar que los costes de la madera representan en torno al 60% del coste total de fabricación de la celulosa.