Aunque resulta difícil realizar previsiones financieras para el año entrante, son muchos los analistas que coinciden en calificar de optimismo contenido el comportamiento de la Bolsa española para 2008. A pesar de la tendencia alcista observada en los dos ejercicios anteriores (véase figura 1), el panorama económico general no es precisamente para lanzar las campanas al vuelo; de ahí que, con buen criterio, se prevean ganancias más moderadas que en 2007. Así pues, si la revalorización media del índice IBEX-35 fue del 11% el pasado ejercicio, en éste se espera un crecimiento sensiblemente inferior, esto es, alrededor del 9%, lo cual llevaría al selectivo español a superar la barrera de los 17.000 puntos.

No obstante, sobre la bolsa española planean una serie de riesgos que, caso de materializarse, bien pudieran corregir cualquier pronóstico razonable, a saber:

* En materia de política monetaria, se prevén nuevos recortes de los tipos de interés en Estados Unidos hasta situarse en el 3,75% durante el primer semestre de 2008. Sin embargo, en Europa existen serias dudas sobre si el BCE seguirá o no la estela de la Reserva Federal, sobretodo cuando la inflación continúa siendo uno de los principales problemas. Por otra parte, una vez controlados los precios, quizás podríamos esperar una pequeña rebaja de 0,25 puntos en tipo de interés de la Eurozona a mediados de 2008, como medida dinamizadora de los mercados de crédito y del sector financiero en general.

*En materia de competitividad, de mantenerse la fortaleza del euro frente al dólar,  las exportaciones europeas seguirán desincentivadas en aras de las importaciones cifradas en dólares, con la consecuente moderación de los resultados empresariales. En la figura 2 se ilustra la escalada alcista del euro en el último semestre de 2007.

* El precio del crudo constituye otro de los interrogantes para 2008 por su incidencia directa en los costes empresariales y, por ende, en la inflación. En 2007, hemos asistido a un aumento espectacular del precio del barril de brent que ha llegado a rozar la barrera psicológica de los 100 dólares, como muestra el siguiente gráfico:

De momento, los países de la OPEP, en su última reunión celebrada el pasado mes de diciembre, decidieron no aumentar la cuota de producción de crudo, lo cual deja el precio en manos de la demanda, que previsiblemente presionará al alza, manteniéndose en los niveles actuales.

A la hora de hacer recomendaciones, invitaría a la prudencia y, personalmente, apostaría por los blue chips tradicionales del mercado español, en particular, Santander, BBVA y Telefónica. Por otra parte, entre los valores de pequeña y mediana capitalización, destacaría a Banco Pastor, Prisa, Sol Melia, Ebro Puleva, Viscofan, Prosegur, Tubacex, Europac, Indra y Alba.

En cualquier caso, antes de acometer una invertir en Bolsa, póngase en manos de profesionales, definan su perfil de riesgo, concreten el plazo deseado y, aún más importante, diversifiquen su posición. De esta forma, pase lo que pase, sus decisiones serán siempre acertadas. Feliz año.

jmferdom@upo.es