El marketing de contenidos es una estrategia que cada día va adquiriendo mayor importancia y se ha convertido en algo esencial en las empresas. Consiste en entender qué necesitan los clientes y entregárselo de modo relevante. Es decir, la empresa tiene que preparar contenidos valiosos y distribuirlos con la idea de atraer a posibles clientes y hacer que tanto éstos como los que ya lo son compren los servicios o productos ofrecidos. Y además, como aseguran en IMF Business School, no se trata de contenido puramente promocional, debe ser algo útil y relevante tanto para los usuarios como para la empresa.

En la actualidad, esta estrategia se ha convertido en algo necesario en las compañías, pero es muy importante entender las necesidades de los clientes y así llegar a ellos con contenidos de calidad. También es fundamental definir qué queremos comunicar y en qué soporte hacerlo: página web, redes sociales, blogs… para facilitar la elección de compra a favor de la empresa sin ser invasivo.

Para IMF Business School, los pasos a seguir para la creación de una estrategia de marketing de contenidos comienzan con una primera aproximación a los objetivos comerciales del proyecto. Hay que conocer el producto, el target, la competencia, así como los formatos, plazos y presupuestos y redefinir los objetivos. Finalmente, se ha de llevar a cabo un proceso de monitorización de los resultados y encauzar lo que no esté terminando de funcionar. En todo el proceso es muy importante trabajar conjuntamente con el cliente.

Hoy en día, en que el comercio online está tan de actualidad, es muy complicado destacar porque hay mucha competencia y la rapidez de búsqueda por parte de los usuarios lo dificulta aún más. Por ello, es importante diferenciarse, aunque sea una tarea muy dura. Los usuarios se sienten atraídos cuando lo que se ofrece es interesante y de calidad, de ahí la necesidad de desarrollar una buena estrategia.

En definitiva, el marketing de contenidos ofrece ventajas como el hecho de que los contenidos son asequibles y escalables, son eficaces, duraderos y reciclables y, además, se pueden monitorizar en tiempo real, lo cual supone una gran ventaja que puede reportar buenos resultados.