Tras el 10 Congreso de UGT de Andalucía, celebrado en mayo,  se abre una nueva etapa en el sindicato. Para nuestra organización sindical ha sido un buen congreso. Los delegados y delegadas han trabajado duro. Del trabajo en comisión al plenario y vuelta a empezar.

Francisco Fernández Sevilla, secretario general de UGT-Andalucía
Francisco Fernández Sevilla, secretario general de UGT-Andalucía

Las propuestas aprobadas son la brújula que guiará el trabajo sindical en los próximos años basado sobre todo en luchar, con “uñas y dientes”, contra los nefastos efectos de la maldita crisis económica, y de las demás crisis que se solapan y que retroalimentan el negativo proceso de erosión de los pilares sobre los que hemos construido nuestro estado social y democrático de derecho.

Un trabajo a futuro en el que la nueva comisión ejecutiva tiene que poner cuerpo y alma. Y en este sentido, no cabe duda que no deja de ser un atrevimiento personal, laboral y profesional, incorporarse a las labores sindicales en el ámbito de la UGT Andalucía con la firme voluntad de afrontar los retos que se plantean. Se trata de un reto personal y de un proyecto colectivo. Un compromiso que se asume con humildad, responsabilidad  e ilusión, pese a quien le pese.

Nuestra organización tiene el valor que tiene por ser una organización de trabajadores.

Por ello es tan importante y necesario reconocer públicamente, el trabajo y esfuerzo de la afiliación. Los hombres y mujeres ugetistas de Andalucía son el mayor valor de la organización. Su trabajo, esfuerzo y compromiso son un ejemplo para todos. Al que hay que sumar, no cabe discusión posible, el trabajo de los delegados sindicales que cada día, desde las “trincheras”, dan la cara por esta organización en sus centros de trabajo y hacen valer los derechos e intereses de los compañeros que lo han elegido para representarlos.

Una base sólida sobre la que debemos seguir construyendo sindicato en Andalucía con el reto de sumar. La responsabilidad de la nueva Comisión Ejecutiva Regional debe ser ampliar el grado de cooperación, colaboración y militancia. Las estructuras territoriales, sectoriales y la propia unidad de acción con CCOO de Andalucía son herramientas que pueden ser más útiles y eficaces si profundizamos en nuestra capacidad de acción y propuesta.

Nuestro esfuerzo debe ser unir voluntades para la creación de empleo, para que las empresas lo promuevan y las administraciones pongan, hasta el último céntimo de euro posible para la creación y el mantenimiento del empleo. En paralelo debemos ser capaces de convencer de la necesidad de mantener el modelo social que hemos construido entre todos, a lo largo de estos años de democracia.

A la vez debemos sobreponernos a la enorme adversidad  y la sensación de vértigo despiadado que nos paraliza como sociedad. Para ello, como colectivo de trabajadores organizados en torno a un sindicato de clase con valores y principios,  debemos seguir impulsando la negociación y el diálogo pero también la movilización.

Aunque para algunos la exigencia de derechos sea un asunto peligroso y hasta perseguible. El campo de batalla ideológico en el que se ha convertido la crisis y sus posibles salidas nos ha convertido, según algunos, en radicales. Una radicalidad que raya en el peligro más absoluto según los voceros de la derecha, y que se justifica por exigir empleo con derechos, derechos laborales y no tener una dependencia de las empresas. Exigir derechos sociales y libertades civiles. Defender un estado social y democrático. Pues ante eso…. Yo invito al conjunto de sindicatos y a sus afiliados y afiliadas a ser radicales.

Debemos tomar, rápidamente, conciencia de la lucha que queda por librar y aunar esfuerzos, recursos y capacidades en torno a la idea de defender a las personas por encima y delante de los capitales y los mercados.

En ese proceso, nuestro sindicato debe conseguir que los ugetistas seamos cabeza de puente, ariete, a través de nuestra militancia activa y “radical” por exigir derechos.

La verdadera revolución que necesita nuestra sociedad y con ella, nuestro sindicato, ya ha comenzado: la radicalidad de una militancia exigente que no se conforma con el presente de austeridad y se activa para luchar de manera cooperativa en un cambio necesario que ponga el valor del trabajo y el empleo como objetivo general sobre el que poder construir un futuro mejora para Andalucía y las personas que vivimos en ella.

Estoy convencido de que esta batalla, incluso la guerra, la tenemos que ganar. Porque somos más, porque tenemos la razón y por nosotros mismos. Porque sino intentarán hacer de Andalucía, de España, un país asiático sin derechos laborales y sociales. Y eso es lo que tenemos por delante: vivir o morir.

Francisco Fernández Sevilla, Secretario General UGT de Andalucía