Teófila MartínezDesde la antigüedad la ciudad de Cádiz, y por extensión su provincia, se ha marcado -entre otras cosas- por su privilegiada posición geográfica. La situación física de la provincia, entre Europa y África, Mediterráneo y Atlántico, y América y Europa favoreció el asentamiento de civilizaciones que tenían en el comercio su principal baza para el desarrollo y la riqueza.

El devenir de los siglos dio a la ciudad sus mejores momentos cuando el comercio con América floreció de manera más destacada. La finalización de la exclusividad de ese trasiego entre el nuevo mundo y la vieja Europa también supuso el inicio de una decadencia que -con los lógicos altibajos que supone el paso de tres siglos- ha impedido recuperar ese lugar de supremacía comercial del sur de Europa.

El siglo XX y los pocos años que llevamos del XXI no han servido tampoco para que la provincia se posicione en ese ámbito del comercio internacional de la manera que por posibilidades y recursos le correspondiera. La llegada de la democracia y con ella las comunidades autónomas sirvió para mejorar la calidad de vida y las condiciones socio económicas de Andalucía y – por ende- la provincia de Cádiz. No obstante, ni la jugosa ayuda Europea de los últimos decenios ni los supuestos planes de modernización del gobierno andaluz han conseguido mover las estructuras sociales en Andalucía.

La provincia de Cádiz a principios de los ochenta era la que peor balance de desempleo presentaba en Andalucía, y Andalucía la peor comunidad de España. En 2013 la provincia y Andalucía siguen ocupando esos desafortunados puestos en el ranking. La ciudad de Cádiz, sin embargo ha situado su cifra de desempleo solo dos punto por encima de la media española y 11 por debajo del resto de la provincia de Cádiz.

A pesar de ese dato que llama al optimismo para la ciudad de Cádiz es evidente también que la provincia sigue necesitando un modelo de desarrollo económico que no llega. En ese sentido, y en base a las posibilidades estratégicas que antes mencioné, hace poco más de seis meses la alianza de los Ayuntamientos de Cádiz, Algeciras y Jerez, la Zona Franca de Cádiz y la Diputación Provincial, comenzó a proyectar en el mundo nuestra estrategia de conformar una Plataforma Logística del Sur de Europa. Y lo hicimos convencidos del potencial logístico intrínseco que tiene la provincia de Cádiz sustentada en el triángulo Cádiz-Algeciras-Jerez.

Ésta es una plataforma que ya existe, que no hay que inventar, sino posicionarla en el contexto internacional y desarrollar su competitividad logística. En los últimos años, y gracias a la celebración del Bicentenario de la Constitución de Cádiz, que pronto se convirtió para nosotros en la celebración de los bicentenarios de las independencias americanas, hemos estrechado lazos de colaboración e intercambio institucional y empresarial con gobiernos locales y nacionales de Iberoamérica y, más recientemente, con Marruecos.

Hemos estado muchos años esperando unas infraestructuras que nos permitieran crecer y generar empleo. Esta carencia retrasaba nuestras posibilidades de crecimiento. Ya no podemos esperar más. Ante la gran crisis económica que nos afecta -no sólo a esta provincia, sino a la Comunidad Autónoma, a España y al mundo-  se hace imprescindible que tengamos que apostar decididamente por atraer inversiones públicas y privadas aprovechando nuestra privilegiada y natural situación geográfica.

Unir lo que ya tenemos y lo que está por venir en aras de una estrategia común de venta hacia el exterior de nuestro potencial como plataforma logística, que no es otra cosa que volver a reclamar en España y en el Mundo, nuestro papel nuestra vocación: ser puerta de tres continentes. Es posible y sobre todo es imprescindible para el futuro de esta provincia.

Teófila Martínez. Alcaldesa de Cádiz