Estamos en un momento crucial para demostrar que España es un ejemplo de superación, de trabajo bien hecho, de grandes profesionales, cada día mejor formados, capaces de liderar estrategias y de fortalecer una gran marca en mercados que creen a ciegas en lo que estamos haciendo y valoran muy positivamente los esfuerzos, experiencia, saber hacer y resultados de nuestras empresas, profesionales y empresarios que, al final, son los verdaderos embajadores de nuestra imagen… de nuestro país. Es momento de luchar, sacrificarse, innovar, crear, diversificar, apostar por la inversión y trabajar más para poder salir adelante… y crear una marca país fuerte y sólida. Es momento de distinguirse por la creatividad, la capacidad de emprender, de invertir en innovación tecnológica, de implementar la calidad como estrategia general, de resaltar la excelencia y de creernos que en España existe una apuesta clara por el espíritu de superación, de crecimiento y de unidad como nación que genere riqueza y confianza en los mercados internacionales.
Todos formamos parte de una gran marca que proyecta al mundo unos valores, una forma de hacer las cosas, una exigencia, buen hacer, diferenciación y una razón de ser que pone de manifiesto los resultados específicos de cada ámbito de actuación y, por lo tanto, de cada sector que extrapola al exterior la idiosincrasia de una nación.
Debemos trabajar unidos y conscientes de los retos a los que las pymes españolas, verdaderas protagonistas en el desarrollo de la economía de un país y protagonistas indiscutibles de la recuperación de la crisis, se enfrentan si quieren competir en una sociedad cada vez más globalizada, más preparada y capaz de ofrecer alternativas y soluciones que deben ser un aliciente para hacer mejor las cosas y para lograr un reconocimiento internacional.
Dejemos de ir cada uno por nuestro lado y diseñemos una estrategia común, fuerte y coherente, en la que aunemos esfuerzos, intereses y objetivos, evitemos acciones partidistas y subjetivas en función de querencias propias y trabajemos de una forma inteligente diseñando una estrategia común de Marca España que se convierta en un paraguas sólido para todos, que marque las líneas estratégicas de actuación, a nivel general, y sobre la que, después, cada sector, trabaje de manera independiente sus potencialidades, pero siempre en beneficio de un interés común.
En este sentido, y analizando nuestros motores productivos más representativos, me gustaría hacer referencia al turismo, un sector que en los tres primeros trimestres del 2012 suponía el 11,9% del total de los ocupados en España y que arrojaba un saldo positivo de la rúbrica de turismo en la balanza de pagos que cubría el 123,3% del déficit comercial en España y el 192% del déficit por cuenta corriente (un resultado muy superior al de ejercicios anteriores), siendo en la actualidad nuestra principal fuente de ingresos, nuestro motor de la economía, un referente a nivel mundial y esa luz blanca, pero sobre todo sólida, tan necesaria para el futuro de nuestro país y tan importante para generar confianza, para generar marca país, para demostrar al mundo el buen hacer de este sector, que es un referente a nivel mundial.
Un soplo de aire fresco que mantiene nuestra economía y que arroja unas cifras muy positivas con la llegada de 57,9 millones de turistas a nuestro país durante el año 2012, lo que representa, a pesar de la situación, un incremento del 3% sobre el 2011 (la tercera mejor cifra de la historia), y un gasto de cerca de 55.777 millones de euros (un 5,9% más que en 2011).
Todo ello nos exige seguir analizando el comportamiento de los mercados de una forma mucho más exhaustiva y con más rigor profesional y planificación estratégica de lo que se hace ahora, además de obligarnos a seguir trabajando en la búsqueda de una mayor competitividad, siempre desde una apuesta clara por la calidad, la profesionalidad, la mejora de las infraestructuras e instalaciones, la innovación tecnológica y el e-commerce, el diseño de nuevos productos y tendencias, la vocación de servicio, la sostenibilidad, la diversificación de la oferta, el aprovechamiento de las inmensas posibilidades que nuestro país ofrece, el desarrollo de políticas de comunicación y promoción coherentes y muy profesionales, y el desarrollo de las potencialidades que cada comunidad autónoma y cada provincia ofrecen.
Fernando Valmaseda
Director general del Grupo RV Edipress
