Cuando escribo el artículo último de temporada, preparando las vacaciones, en pleno periodo de agobio estival, siento la inclinación de situarme en septiembre, anticipando mentalmente una nueva temporada. En esta ocasión, a pocos días de darme la espantada laboral empresarial (la universitaria amanece más temprano), prefiero sentirme un normal y común hijo de vecino, y dejar volar mis deseos pensando en lo que me espera, pero sobre todo en lo ‘que me voy a perder en vacaciones’.

Para empezar, felizmente, voy a hacer mi agosto, con las vacaciones del león de las Cortes para adentro, con las portavocías políticas cerradas por lo propio, y con unos partidos políticos que quedarán con escasos medios en stand by; por lo que si no acontece ninguna otra guerra, estatuto próximo, o nuevo componente explosivo para el 11M, y como Marbella siempre me quedó lejos, voy a perderme la cada vez más crispada vida política.

Por el contrario no me libraré de la política de fichajes del fútbol, de los intercambios, jugadores libre de contrato, culebrones sobre las estrellas, y hasta elecciones anticipadas. Pasando claro está por las concentraciones que acaparan gran parte de la información, lo más parecido últimamente a la información rosa, entre ellas el ‘affaire Lopera’ y sus entredichas inversiones en el Real Betis Balompié. Y hablando de ese color, volviendo a lo que me voy a perder, en este inmediato periodo de paréntesis laboral, si voy de visita a casa de unos amigos, no sorprenderé al matrimonio amigo en habitaciones separadas porque coincide la cena con ‘Salsa Rosa’ o ‘Dónde estás corazón’. Y me dirán ‘¡Aquí hay Tomate!’, o sea que nos prepararemos para cenar o a salir de paseo gastronómico, porque no olvidemos que el periodo estival reduce los share de consumos televisivos.

Cómo no me voy a comprar ningún electrodoméstico audiovisual, léase dvd grabador, cámara, multifunción, ni tampoco voy a cambiar de proveedor de móvil, me voy a ahorrar el disgusto de sentirme un analfabeto de la comprensión de los manuales técnicos, cada vez más sofisticados de entender con las complejidades de las distintas marcas, dadas sus ‘innumerables variedades’. Parece que ofrecer la imagen de muchas prestaciones lleva aparejada la complicación para entender su uso. Me encontraba seriamente preocupado con este asunto, y me desahogué con el jefe del servicio técnico de una multinacional, que me confesó: “yo me niego a leerlo. Averiguo las tres o cuatro prestaciones que necesito, prácticamente el ponerlo en funcionamiento y de lo demás me olvido”. ¡Justamente lo que yo hago!

Pero sobre todo voy a dejar en el olvido el mayor agobio al encender el ordenador de los últimos tiempos. Me refiero a esa ‘machacona forma de vender’ metiéndose cada día en tu e:mail para ofrecerte Viagra, Cialis, y otros productos para favorecer la erección. Será que de tanto insistir llegará un día que realmente el que lo recibe lo necesite. Junto a estos productos te ofrecen Valium, Xanax, Ambien, Xenical y Phentermine. Parece que debemos necesitar tranquilizarnos y permanecer eréctiles por mucho tiempo. O es que después de recomendarnos y vendernos producto para ‘funcionar’ por encima de nuestras posibilidades, luego nos sugieren relajación y así la venta es continuada. Hay días que llegan 20 o 30 mensajes de este tipo. Te ofrecen “incrementar el deseo sexual y el esperma…, mantener la capacidad hormonal a punto…, un nuevo tratamiento de droga contra la impotencia que permite mezclar con alcohol, y todo con la garantía para el 95% de los pacientes”.

Me ‘tranquiliza’ el que todos los usuarios de internet en mi oficina lo reciben, y me consta que una gran parte de los internautas. Cuando viajo por motivos de trabajo, o me incorporo un lunes a trabajar, enciendo el ordenador con 50 o 60 mensajes. He intentado bloquearlos, pero es imposible, ya que la imaginación de estos “molestos y pegajosos vendedores”, al estilo más arcaico de aquellos que se te colaban tras la puerta de tu casa, no tiene fin. Camuflan los productos Poniéndoles V/agra, Cial¨s, por ejemplo. Y así las combinaciones son ‘ad infinitum’. Por ejemplo VAxLIxUM, Vixagra, intercalando letras o consonantes y vocales, lo que hace prácticamente imposible el bloqueo de texto. Los nombres de remitentes utilizados son de lo más variopintos: Biddy Medina, Evita Boldt, Noel Burt, Ray Gray, Candace, Yurick, Lee Franks, Gordon Bermudez, Carolina, Kathleen, Tadeo, Joshua, Krisk, Felice, Penélope, Africa, Gale, Annukka, Agnetha, y un larguísimo etc. Solo puedo desearos que no necesiteis de estos servicios, y que en vacaciones se olviden de nosotros; yo al menos lo haré, ya que pienso darle vacaciones asimismo a mi Pentium 4, 3.2 GHz, 1 Gigabite de RAM, FSB 400 MHz, DD 200 GB, DVD RAM 16X, DVD RAM 8XRW + /RW – / RW + – DD