Brasil concedió la explotación de Libra, el mayor yacimiento petrolero hallado en el país, a cuatro grandes empresas que se unieron a la brasileña Petrobras para hacer una única puja, por el importe mínimo exigido por el Gobierno, en una subasta rodeada de protestas.

El consorcio vencedor, el único que presentó una oferta, está integrado por la francesa Total (20 %), la anglo-holandesa Shell (20 %), las chinas China National Corporation (10 %) y China National Offshore Oil Corporation (10 %) y la estatal brasileña Petrobras (40 %), cuya participación estaba garantizada por ley.