No nos consuelan nada estos políticos cuando vaticinan que podemos llegar a 4 millones de parados, pero nos acostumbramos a las malas noticias, mejor que a las buenas, quizás porque son las que hacen vender periódicos, aunque ahora el tema es más serio y no podemos permitirnos perder el trabajo que es la auténtica fuente de vida después de la salud. Es momento de pensar en las mejores salidas laborales y por ello dedico estas líneas a la Formación Profesional, porque con su trabajo hacen que gire el mundo todos los días.

Es propio de la conducta humana ignorar todo aquello que tenemos fácil y a nuestro alcance, por eso cuando le damos al interruptor de la luz, abrimos el grifo o giramos la llave del coche, lo normal es que todo funcione, obviando todo lo que hay detrás de cada litro de agua, kilowatio o del vagón que nos lleva de un sitio a otro, deje de leer un instante y mire a su alrededor, no importa si está en su casa, en la oficina o en el campo, siempre hay alguien que hace, repara o incluso cuida el entorno y seguro que viene de la formación profesional.

En  estos últimos años, se ha añorado  mucho a la gente de oficio, quizás por el escaso entusiasmo que despertaba el seguimiento de estos ciclos formativos, considerados equivocadamente como el "hermano pequeño" de la Universidad y  actualmente se está haciendo justicia a este colectivo, cuando un porcentaje demasiado alto de universitarios, incluso con doctorados y masters, guardan cola en las oficinas de empleo, mientras la gran mayoría de mecánicos, electricistas, cuidadores o comerciales, están trabajando incluso en momentos aciagos.

Este hecho merece algunas reflexiones que quiero compartir con usted, la primera, cualquier trabajo que sea útil, necesario y aporte valor, como por ejemplo cocinar, vender en el súper, hacer ventanas o cuidar gente mayor, tiene un lugar en el mercado de trabajo y se paga.

Otra consideración, cuando se compite por un puesto de trabajo, siempre se valora mucho más al que proviene de la FP, aunque tengan el mismo grado, en  Inglaterra y otros países europeos este hecho está totalmente contrastado hace años.

Más cosas, mucha gente ha llegado a la FP, a partir de un aprendizaje y a menudo unas prácticas realizadas en el lugar de trabajo, por otra parte y ante la amplitud de opciones formativas que existen, he podido comprobar que la mayoría de la gente que se hace impresor, panadero o electricista, ha idealizado su trabajo y se "vé" haciéndolo, quizás por herencia familiar, por mimetismo social o por habilidades innatas, mientras tanto, tengo alumnos de derecho o de empresariales que ni siquiera saben por qué están en el aula.

Con todo eso, no quiero ni mucho menos evidenciar ningún tipo de formación, porque si se aprovecha y se ejercita toda ella es útil, pero cuando las circunstancias del entorno no ayudan,siempre preferiré a la gente que sabe menos pero que quiere aprender y desarrollarse, a los voluntariosos con pocos conocimientos  y a los que saben y les gusta lo que hace, porque, de éstos me fío.