El Gobierno griego ha declinado rebajar los impuestos sobre el combustible de calefacción como instrumento para reducir el uso de estufas de madera y aminorar así los elevados índices de contaminación que se están registrando en algunas ciudades de este país.

Tras una reunión interministerial celebrada a raíz de la petición de 41 diputados de la coalición gubernamental que pedían bajar los precios del fuel calefactor, el ministro de Finanzas, Yannis Sturnaras, señaló en rueda de prensa que el Ejecutivo “reconoce el problema”, pero considera que la reducción del precio del petróleo de calefacción “no es el remedio”.