"Estrés" procede de la palabra inglesa stress, que significa esfuerzo, violencia, y se refiere a un estado de tensión del organismo debido a una sobrecarga emocional y física, que produce una respuesta inadecuada tanto física como mental a una situación de ataque o emergencia. El estrés es un proceso dinámico, situado entre la captación de un hecho como amenazador y la capacidad de afrontarlo como un reto.

Se diferencia entre "eustrés", o estrés normal o positivo, y "distrés", o estrés negativo o patológico. El eustrés es una reacción proporcional a una situación de dificultad y tendría una lectura positiva, mientras que el estrés incontrolado o distrés conduce a un estado de tensión no tolerable que puede poner en riesgo debido a su intensidad o duración.

Las causas del estrés han cambiado, pero la primitiva respuesta del ser humano ante ellas ha permanecido inalterable: "lucha o huida". La respuesta física ya no sirve, por lo que la tensión se acumula y debemos buscar la manera de liberar la energía y la tensión generada, ya que a la larga puede producir agotamiento e incluso alguna enfermedad. Por lo tanto, debemos aprender a liberar el estrés mediante ejercicios y técnicas, antes de que la situación sea preocupante. Un cierto nivel de estrés puede ser bueno para mantener la mente estimulada y la voluntad con energía para actuar.

El "adicto al estrés" disfruta de la impresión que produce la reacción ataque-huida, y pone en alerta a todo el organismo. Los niveles elevados de adrenalina proporcionan una sensación de energía, confianza y una lucidez mental especial. En esta modalidad se encuentran los "adictos al trabajo", workaholics, que no pueden dejar su tarea profesional y desarrollan el "síndrome de abstinencia" ante las vacaciones o el fin de semana.

El alto ejecutivo, el artista de fama o el deportista de élite pueden caer en lo que se ha denominado "sobrestrés". Constituye un preocupante cuadro de tensión excepcional que puede desembocar a corto plazo en situaciones de grave peligro para su integridad física o psíquica.

Los principales factores que generan estrés son los cambios en situaciones de crisis, la exigencia en el rendimiento personal y laboral, la angustia y el miedo hacia la incertidumbre del futuro y la aflicción por perdida de una persona querida. A veces, estos factores coinciden todos a la vez y, entonces, hay que estar muy sano física y mentalmente para hacerles frente.

Una técnica para modificar los estados de ánimo consiste en adoptar con gestos una actitud que cambie el humor. Así, la expresión de una emoción da lugar a una emoción. De esa forma es posible que, a fuerza de sonreir, una persona acabe más contenta, y a fuerza de llorar, termine triste.

Desde el punto de vista personal y para que pueda vivir de forma equilibrada los estímulos del entorno y prevenir el estrés, conviene que tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:

Reconozca sus errores; evite culpabilizarse o pensar en ellos indefinidamente. Viva sus errores como oportunidades para aprender.

Aprenda a soportar la no consecución de sus expectativas.

Desdramatice los fracasos pensando en los éxitos.

Haga que se le valore por lo que es y no por lo mucho que hace. Sepa decir "no" cuando resulte necesario.

Relativice las penas y las alegrías.

Organice bien su tiempo, aprenda a tomar decisiones y trate de cambiar de ocupación cuando se encuentra fatigado o no encuentre la solución a un problema.

Todos los consejos que hemos dado anteriormente le ayudarán, sin lugar a dudas, a vivir mejor. Construya su propia estrategia de superación del estrés y vivirá feliz.

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