No nos cansaremos en insistir en la necesidad que las empresas andaluzas pongan en uno de sus primeros objetivos disminuir radicalmente los accidentes de trabajo. En primer lugar, por razones humanas, pero también por razones económicas, a las que hay que añadir, razones del prestigio de la empresa.

Don Contradictorio, me interrumpió para decir que eso estaba bien  -en teoría- pero que costaba dinero y que en los tiempos de crisis había que restringir gastos.

Pues es ésa una razón más para desterrar los accidentes de trabajo. El costo de los accidentes es un capítulo importante en las empresas que los sufren.

Ése, el del costo, es un aspecto que no se tiene suficientemente presente. Incide en el costo de los seguros, incide en el costo de la formación, incide en las multas, en los gastos legales… por mencionar algunos de ellos. Por supuesto que en época de crisis, se debe ser prudente y recatado en los gastos, pero se deben de mantener aquellos que de no hacerse, aumentan los costes.

Si se capacita al personal en los diferentes requisitos que tienen que saber cumplir al desempeñar un determinado puesto de trabajo, sin duda que se contribuye a evitar accidentes. Esa capacitación y comprobación de que está asimilada, es obligación de los cuadros de mando de las empresas y no aumentan los costes. Por ello es muy importante que todos cumplan con los requisitos establecidos en los procedimientos, en los que debe estar contemplada, en lugar principal, la seguridad en el puesto de trabajo.

– Te daré alguna razón más. En época de crisis lo que no se debe hacer es bajar la guardia en relación con la calidad de los productos. También hay quien dice que eso ahorra dinero. Pero si se baja la guardia en la calidad, estas arriesgándote a perder mercado. Justamente lo que se debe de hacer es innovar, mejorar el producto, hacerlo más competitivo. Eso presupone que las condiciones de seguridad en el trabajo deben mantenerse o mejorarse para que contribuyan, entre otras cosas, al aumento de la productividad, lo que en época de crisis adquiere aún una mayor relevancia.

– Pues creo que tienes razón -me dijo mi amigo-. Porque el ahorro que se debe de hacer es en aquello que no afecta a la productividad ni a la calidad. Y los accidentes afectan negativamente a ambas cosas.