Carmen Castilla
Carmen Castilla

Hace solo unas semanas firmé, junto a Comisiones Obreras, el Consejo Económico y Social de Andalucía y la Federación Empresarial Andaluza de Sociedades Laborales (Feansal), un convenio de colaboración con el objetivo de desarrollar iniciativas que favorezcan la participación de los trabajadores en la empresa y el desarrollo socioeconómico.

No es el primer convenio que firmamos con Feansal. Y no lo es porque,  sencillamente, creemos que este modelo de colaboración posibilita el desarrollo de una fórmula empresarial que facilita la participación de los trabajadores en su centro de trabajo y es una herramienta fundamental para la creación de empleo.

En este contexto de crisis económica, la Economía Social ha sido una vía de escape para muchas personas ante el drama del desempleo. La llamada “Economía Social” es el conjunto de formas jurídicas de empresas en las que los propietarios son los trabajadores, es decir, aquellas en las que el rendimiento del trabajo se revierte directamente en aquellos que lo llevan a cabo.

Es importante analizar, con datos, cómo esta forma empresarial se ha comportado de forma más resistente a los efectos de la crisis que la llamada empresa “tradicional”.

Según los últimos datos del primer trimestre de 2014, la Economía Social andaluza creó 112 empresas y más de 7.300 empleos.  En lo que va de año, el empleo en la Economía Social ha crecido un 11,3%, lo que supone 7.386 empleos netos más que en el trimestre anterior.

Además, hay que destacar que Andalucía se sitúa en el primer puesto en el ranking nacional con 6.996 empresas de Economía Social, lo que supone el 24,06% del total español.

Con estas cifras, para UGT Andalucía, fomentar la creación en nuestra Comunidad de un tejido empresarial compuesto por cooperativas y otros agentes de la economía social es de importancia vital. Y lo es porque este modelo antepone las personas al capital y es una de las líneas que deberíamos potenciar en nuestra comunidad en los próximos años.

En UGT estamos convencidos de que este tipo de política económica tiene futuro y para eso hay que seguir dimensionándola adecuadamente, apoyándolo con medidas eficaces, adquiriendo un mayor compromiso de todas las organizaciones con la firma de este convenio que permitirá potenciar más este tipo de empresas y la calidad de los derechos de sus trabajadores.

Con este convenio elevaremos el nivel de cualificación de los trabajadores gracias a la formación y fomentaremos la acción sindical y la constitución de sus órganos de representación en el seno de dichas empresas.

Además, contribuiremos a desarrollar la participación sindical en la empresa y a fomentar, mediante esa acción sindical, los valores que integren la igualdad de trato y de oportunidades entre hombres y mujeres, fomentando medidas para conseguir la igualdad en la empresa y el acceso al empleo. Establecemos así, además, las principales líneas estratégicas de actuación a corto y medio plazo en materia de economía social, teniendo presente que las principales prioridades también en este sector, han de ser la creación de empleo y la reactivación económica.

Desde UGT Andalucía tenemos claro que debemos hacer un potente hincapié en la primacía de las personas y del fin social sobre el capital.  Esto lleva a priorizar la toma de decisiones más en función de las personas y sus aportaciones de trabajo y servicios prestados a la entidad o en función del fin social, que en relación a sus aportaciones al capital social.

Creemos que con este tipo de economía se promociona la solidaridad interna y la solidaridad con la sociedad. Se persigue el compromiso con el desarrollo local, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, la cohesión social, la inserción de personas en riesgo de exclusión social, la generación de empleo estable y de calidad, la conciliación de la vida personal, familiar y laboral y la sostenibilidad.

Estamos convencidos de que la Economía Social es una excelente herramienta para buscar soluciones al problema del empleo porque genera puestos de trabajo de mayor estabilidad y calidad, y con más alto crecimiento que el del sistema económico tradicional contribuyendo a fijar la población en áreas geográficas donde la economía convencional está ausente o en crisis. Y los datos así lo avalan.

Compartimos con las empresas de Economía Social el planteamiento de situar a la economía en la adecuada senda del crecimiento, incrementando la productividad y, para ello, la formación adquiere un protagonismo fundamental.

Nos alineamos con el compromiso de prestar especial atención a la cualificación de los trabajadores para mejorar la productividad de las empresas de economía social; en especial, los sectores de actividad emergentes y creadores de empleo.

Por último, desde UGT no nos queda otra que brindar toda la colaboración posible por parte del sindicato para profundizar en todos aquellos asuntos que atañen a estas entidades, como ha sido la tónica habitual hasta el momento y congratularnos por que este convenio consiga crear una línea de actuación beneficiosa para los trabajadores de este tipo de empresas en particular y para los andaluces y andaluzas en general.

Carmen Castilla

Secretaria General de UGT Andalucía