Miguel Rus Palacios
Miguel Rus Palacios

Sevilla tiene aspiraciones y, además, reúne las condiciones necesarias para convertirse en un gran polo de atracción para el inversor. Es un mensaje del que estamos convencidos y por el que trabajamos desde la Confederación de Empresarios de Sevilla, a través de un plan estratégico definido que compromete tanto a empresarios como a administraciones.

Unas líneas de actuación que vienen marcadas por la mejora de las expectativas de crecimiento, las grandes posibilidades de desarrollo empresarial de nuestra provincia y por la necesidad de reivindicar el papel jugado, en todos estos años, por una empresa que sigue con vida.

Considero fuera de toda duda el empuje de la empresa sevillana en los últimos treinta años, y es razonable mostrar nuestro orgullo en una tierra, sin una gran tradición empresarial, que ha sido capaz de asumir riesgos, renovar estructuras, impulsar nuevas iniciativas empresariales, rentabilizar sectores y conseguir que los jóvenes quieran ser empresarios como una opción en su vida.

Cuando todos los indicadores económicos, los oficiales y los empresariales, reflejan una mejora de la economía en una línea más optimista que la esperada, es el momento de acrecentar nuestra presencia como empresa y propiciar el impulso, en unos casos, y la captación de nuevos proyectos empresariales, en otros. Como organización empresarial debemos servir de instrumento de apoyo a futuros inversores en Sevilla, al mismo tiempo que negociamos con los organismos competentes, políticas de estímulo que hagan efectiva la inversión en las infraestructuras que necesitamos para seguir creciendo.

Son decenas de miles los empresarios sevillanos, en su gran mayoría pequeños, de quienes tenemos que sentirnos orgullosos por su valentía, por su entrega y por su responsabilidad y que han sido capaces de mantener el tipo en estos duros momentos. Empresas, muchas de ellas, con capacidad para liderar el mercado internacional y que han sabido posicionarse al apostar por la innovación, la alta tecnología, el desarrollo de nuevos métodos de gestión y la calidad, como medio para competir a todos los niveles. Un gran espacio abierto y que está siendo aprovechado para posicionarse en sectores como el turístico y el de servicios en general, con una gran adaptación y modernización de estructuras, el aeronáutico, el energético, el agroindustrial, etc.

Los verdaderos emprendedores son los que nunca descansan, siempre innovan. Y en circunstancias y momentos como éste, todas las ideas y las iniciativas hay que escucharlas y apoyarlas. Una empresa es el resultado de muchas horas de trabajo, de dedicación y de renuncia.  Como empresarios tenemos asumido nuestro papel en la sociedad y somos conscientes de que, si hemos sido capaces de capear los malos momentos, las circunstancias actuales nos impulsan a redoblar el trabajo y el tesón para seguir creciendo. No hay recetas mágicas, sino  esfuerzo y dedicación porque si algo hemos aprendido es que, la propia realidad de los problemas que estamos viviendo,  nos debe hacer pensar en otra manera de hacer las cosas y  funcionar con vistas al futuro. En momentos de grandes reformas, la laboral, la de la banca, la de la administración, aún está por llegar una auténtica y real política de apoyo a las pequeñas y medianas empresas en el terreno financiero,  tributario y de solucionar la maraña administrativa actualmente existente.

La competitividad del mercado y el esfuerzo de las empresas para mantenerse en niveles óptimos de producción, sólo será posible si el Gobierno central, por una parte, continúa con su política de reformas, de contención de la fiscalidad empresarial y de control de las Administraciones y si la Junta de Andalucía y las administraciones locales apuestan por medidas efectivas que refuercen la confianza del inversor, aligeren sus cargas tributarias e incrementen las inversiones productivas.

El incremento de la competitividad de las empresas y el mantenimiento de la producción y del empleo, son objetivos ineludibles a cumplir y se debe hacer con la firme convicción de que todos estamos implicados y cada paso que damos en nuestras empresas, está siendo el definitivo para seguir adelante. Es hora de mirar al futuro con optimismo y conscientes de que, si una sociedad adolece de falta de ideas nuevas, renovadoras, valientes… y se instala en el conformismo y el pasotismo, corremos el riesgo de que, en un momento determinado, salten las costuras del propio sistema y nos arrastre en su deriva. Desde la CES, ahora más que nunca seguiremos apoyando y fomentando la necesidad de más empresas y empresarios, como única solución para la expansión económica y la creación de empleo en nuestra provincia.

Miguel Rus Palacios

Presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES)