Es evidente que las vacaciones sirven para descansar, aunque hay quien dice que quiere descansar de las vacaciones. Yo digo -me comentaba Don Contradictorio- que las vacaciones se utilizan también para reflexionar.

Y que como ha ido por esos mundos, se ha dado cuenta de que Andalucía no tiene sólo el jamón, el aceite y el flamenco para situarse en el mundo, que también tiene tecnologías y conocimientos que pueden ser muy útiles en otros países.

-Creo -le contesté- que estás empezando el curso en forma muy juiciosa, porque estás sobrado de razón. Los cambios que se han producido en nuestra región en estos años son muy notables y la experiencia acumulada muy digna de ser exportable. Tomemos el ejemplo -hoy tan de moda, por ser una necesidad urgente para el desarrollo humano- de las energías renovables.

En Andalucía se están haciendo instalaciones de energía solar térmica y fotovoltaica, que tienen la primicia a nivel mundial. Si no me equivoco, y creo que no lo hago, el desierto del Sahara, está allí abajo a unos cuantos kilómetros. Figúrate si en esa zona, no se puede aplicar a troche y moche la producción de energía de origen solar. Me han dicho que ya algunos técnicos andaluces han iniciado el estudio, aún en fase muy primaria. Pero también Andalucía está muy en vanguardia de la producción de combustibles como el biodiesel, utilizando materia prima biológica renovable. La producción de bioetanol es algo que lo ha desarrollado a nivel industrial y a nivel internacional una empresa andaluza que está a la cabeza de ese tipo de producción en el mundo.

-Me estás dando la razón -dijo mi amigo- y eso no me gusta porque yo soy y seré siempre Don Contradictorio.

-¡Hombre no te voy a quitar la razón las pocas veces que la tienes! -le contesté a mi amigo-.

Pero teniendo presente lo que antes decíamos, es muy importante que la Junta ayude a los empresarios que quieran iniciar su cabalgadura por el extranjero. Añadiré, y lo sé por experiencia, que hay que ir con una enorme modestia.

Primero a aprender lo que es la vida, en sus diferentes facetas, allí donde se quiera iniciar la actividad industrial. No olvidemos que vamos a conocer y a que nos conozcan.

Donde lleguemos, lo más probable, es que haya personas bien preparadas con la ventaja sobre nosotros de que conocen el medio en que se desenvuelven.

Nuestro mérito consistirá en sabernos ganar a esas personas, que tendrán sus opiniones, por ejemplo en América Latina, sobre sus orígenes, la colonización, etc. y nuestra sabiduría nos deberá aconsejar actuar con modestia, aprender y tener el suficiente tacto como para no ofender con ideas preconcebidas, que hayamos aprendido hace años como tópicos y que no corresponden a la realidad.

Este consejo que expreso, se basa en mi experiencia, que ha transcurrido durante más de 40 años en diversos países del  mundo.