Septiembre es un buen momento para reemprender la actividad, pero con algún propósito nuevo. Es ahora cuando se corrigen previsiones y probablemente se incorpora personal nuevo, cuya misión será aportar su experiencia y conocimientos para la consecución de los objetivos fijados.

Vale la pena detenerse en saber como se  llevan a cabo los procesos de selección de personal. Es una de las funciones más importantes dentro del ámbito de los recursos humanos y no siempre se le da la atención que requiere un proceso de tales características. La función de recursos humanos puede estar en un área propia o bien asumida por alguna otra área de la empresa, como por ejemplo el área financiera, e incluso directamente estar bajo el ámbito de gerencia. Sea cual fuere el caso, un proceso de selección de personal debe tener una finalidad clara: la elección de la persona más adecuada para realizar una misión determinada contribuyendo a la consecución de los objetivos de la empresa. Desde esta perspectiva, podemos empezar a vislumbrar que este proceso tiene un requisito esencial: el tiempo. No es una intuición especial la que favorece el éxito de la selección de personal, aunque sin duda puede ayudar. No es una habilidad el distinguir los candidatos idóneos de los que no lo son. (Merece la pena remarcar que la mejor candidatura es la que se ajusta al perfil que hemos elaborado y que lo hemos establecido en función de una misión concreta). Sin ir más lejos, requiere tiempo para decidir la misión del puesto que hay que cubrir y en qué manera va a contribuir a los objetivos de la empresa. Si esos objetivos son los del ejercicio en curso se opta por candidaturas que puedan aportar en el plazo más breve posible; si es para consolidar los resultados y preparar el próximo (o los próximos) ejercicio se debe optar por candidaturas que puedan en un medio plazo desarrollarse y cumplir su misión.

Un proceso de selección de personal también requiere estrategia en la planificación de plantillas, ya que en función de la misión del puesto y la estrategia que se siga a la hora de incorporar personal se decidirán las vías de reclutamiento más adecuadas a cada caso. Ponerse en manos de especialistas y exteriorizar el proceso pasa por ser una de las opciones más comunes, ya que la mayoría de empresas dedicadas a los recursos humanos, además de la experiencia en este campo, aportan garantías que aseguran el éxito. Sin embargo, para que dé los resultados esperados,   también será necesario que las empresas indiquen a las consultoras la misión y la estrategia propia de su caso en concreto.

No obstante, si usted decide asumir la realización de un proceso de selección de personal debe saber que existen cursos especializados que le ayudarán en esa labor. No se trata de dedicarle a esta ocupación más tiempo que el que su puesto requiera, sino precisamente de optimizar su tiempo y sentar bases sólidas sobre cómo afrontar esta función. Una vez tenga clara la misión del puesto a cubrir y la estrategia a llevar a cabo quedará realizar el proceso de la forma correcta, que incluye las fases ya conocidas de reclutamiento, preselección, evaluación de candidaturas y entrevistas.

Podríamos terminar ahí, pero un factor que con mucho dificulta o favorece la incorporación del nuevo personal es la preparación de la empresa para acogerlo. Esta preparación incluye varios aspectos tales como una adecuada comunicación interna y la puesta en marcha del Plan de Acogida. A este último no se le presta la atención que requiere y puede ser un factor decisorio en la buena o mala adaptación de las nuevas incorporaciones. Lo más importante en este caso es, una vez más, el tiempo. Tiempo para prever quién va a tutelar a esa persona que se incorpora, cómo y cuándo se le va a presentar al resto de los empleados, qué información sobre la empresa se le va a dar y quién lo va a hacer, quién va a hacer de ‘anfitrión' y le indicará la ubicación de su puesto, los primeros mensajes de la cultura de empresa, las normas internas, el uso de los recursos de su trabajo (máquinas, ordenadores, teléfono, etc.), el plan de formación inicial (si se requiere) o como mínimo la formación en la prevención de riesgos laborales de su puesto de trabajo y las actividades que va a realizar durante la primera semana a modo de ‘horario escolar'. Finalmente es imprescindible que alguien de la empresa sea la persona indicada para evaluar los progresos, fijar los objetivos y ayudar a conseguirlos.

Siguiendo estas pautas, y con la ayuda de profesionales o de los cursos adecuados, usted puede realizar un proceso de selección con éxito.