Hay quien dice que la calidad se enfrenta a la actividad turística -comentaba yo con mi amigo Don Contradictorio-.

– Pues es lo que piensan varios amigos míos que se dedican a esa actividad. Me dicen: si queremos impulsar el turismo, tendremos que bajar los precios y con ellos la calidad.

– Te diré -le contesté- que tus amigos confunden lo que es calidad. Calidad es ofrecer determinados servicios y cumplir estrictamente con lo que se ha ofrecido. Por ello puedes ofrecer servicios asequibles a una determinada clientela y cumplir lo que has ofrecido, con lo que tu clientela quedará satisfecha por la calidad de tus servicios.

Explica a tus amigos que nadie va a pedir que un automóvil, de los llamados ‘utilitarios’, vaya a dar las mismas prestaciones que automóviles de gran cilindrada. Pero en ambos casos los dueños de esos vehículos estarán satisfechos con la calidad de los mismos, porque satisfacen plenamente sus expectativas.

Permíteme que añada otro concepto. El mérito del promotor turístico -como supongo son tus amigos- consiste en diversificar el tipo de ofertas turísticas y junto al hospedaje ofrecer diversas actividades que atraigan al cliente potencial. En este sentido hay que destacar las propuestas que se hacen -por ejemplo- en el turismo rural, donde con frecuencia el cliente encuentra ofertas que van desde la gastronomía de la zona a visitas a monumentos y eventos culturales. Esas novedades que se han introducido en el sector son ejemplos de que el turismo barato puede alcanzar niveles de calidad -satisfacción al cliente- que turismos de costo elevado no proporcionan.
Así es que, el enfrentar la calidad con la extensión de la actividad turística a capas de población de menores recursos, es un error. Explícaselo a tus amigos.

– Por supuesto que se lo diré -me dijo Don Contradictorio- pero casi mejor organizamos una comida y tú invitas, porque así repartimos papeles, escuchamos tu rollo, tú hablas y todos comemos.

– Me parece desigual el reparto, pero todo sea por el turismo que en Andalucía tiene una primordial prioridad. Tú sabes la variedad de monumentos de diversas civilizaciones que se encuentran en nuestra región. La gente que nos visita se interesa por el sol y el mar, pero sin duda hay los que se interesan por temas históricos, folklóricos, industriales, científicos y qué se yo, por muchos más. Como se dice hay que ponerse ‘las pilas’ y buscar aquellos temas novedosos que puedan interesar a los turistas. Por eso es muy importante que los promotores turísticos se procuren la información necesaria de las demandas de los visitantes potenciales para poder formular y hacer ofertas en las que encuentren satisfacción los clientes. Es esa otra manifestación de turismo de calidad.

Te diré que en un periodo en que viví en la región francesa de La Provence muchos de los pueblos que tienen importantes restos de la Edad Media organizaban interesantes representaciones de esa época, en forma muy atractiva y vistosa. Eran centros de atracción turística. Son experiencias que debemos tener presentes.

Como ves hay mucho de qué hablar. Es probable que no me dé tiempo de pagar la comida. Pero cuento con el apoyo de mi fiel amigo.

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