La Organización Internacional del Trabajo (OIT) informó hace escasos días que 2.300.000 personas mueren cada año a causa de enfermedades y accidentes relacionados con el trabajo y que diariamente ocurren unos 860.000 accidentes en el entorno laboral que ocasionan heridas.

El costo directo e indirecto de ese problema asciende a 2.800 billones de dólares en todo el mundo, enfatizó el organismo.

Obrero en fábrica
Obrero en fábrica

El organismo indicó que la inversión en la prevención es imprescindible e instó a los países a recordar que el derecho a un trabajo seguro y saludable es una garantía básica que debe ser respetada por todos.

Expertos de todo el mundo se reúnen esta semana en Frankfurt, Alemania en el vigésimo congreso mundial para discutir estrategias que promuevan empleos más seguros y saludables.

Por otra parte, el Director General de la OIT, Guy Ryder, instó recientemente a asumir “una cultura de intolerancia hacia los riesgos en el trabajo”, al dirigirse a los cerca de 4.000 participantes al XX Congreso Mundial sobre Seguridad y Salud en el Trabajo, y dijo que la seguridad y la salud serán una parte integral de la labor de la OIT.

En su opinión: ““El Ebola y las tragedias que está causando están todos los días en los titulares de los medios y es justo que sea así. Pero las muertes relacionadas con el trabajo no son divulgadas del mismo modo. De manera que el cometido que tenemos por delante es instaurar una cultura de conciencia permanente”. Además, señaló que “el desafío que enfrentamos es abrumador. En el mundo, el trabajo cobra más víctimas que la guerra: se estima que cada año mueren 2,3 millones de trabajadores debido a accidentes o enfermedades relacionados con el trabajo”.