BBVA Research revisó al alza las previsiones de crecimiento para la economía española en su última edición del informe Situación España correspondiente al tercer trimestre de 2014. De acuerdo con estas previsiones, el servicio de estudios de BBVA estima que el PIB crecerá un 1,3% en 2014, dos décimas más de lo previsto el trimestre anterior, y hasta el 2,3% en 2015, cuatro décimas más. BBVA Research estima en su último Observatorio Económico que la economía estaría mostrando un crecimiento del PIB durante el tercer trimestre del año entre el 0,4% y el 0,5% que, de confirmarse, implicaría una continuación de la recuperación, aunque a un ritmo inferior al del segundo trimestre. BBVA Research ha destacado el aumento de la probabilidad de que se materialicen algunos riesgos, sobre todo los relacionados con la recuperación de la actividad y la evolución de las expectativas de inflación en la zona euro o con las incertidumbres geopolíticas.

La reducción de la incertidumbre y una política fiscal menos contractiva que en años anteriores parecen seguir favorecido un crecimiento de la demanda interna (principalmente la privada), más allá de lo que sugiere la evolución del resto de sus fundamentales, según se desprende del último Observatorio Económico España. “En la medida en que algunos de estos estímulos son temporales, se espera que la contribución de componentes como el consumo privado sea menos intensa durante los próximos meses, hasta que entre en vigor la rebaja del IRPF prevista para principios de 2015”. En lo que respecta a los flujos comerciales, los indicadores parciales de coyuntura sugieren que la pérdida de dinamismo de las exportaciones observada en los primeros compases del ejercicio económico, sigue remitiendo de forma gradual.

Con todo, la valoración sobre los factores que subyacen a la tendencia al alza de la actividad y del empleo de nuestro escenario central para 2014 y 2015 se mantiene invariable, si bien aumenta la probabilidad del escenario de riesgo, como consecuencia del aumento de incertidumbre sobre la recuperación europea y de la corrección de algunos desequilibrios internos.

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“A medio plazo, las reformas estructurales, el cambio de modelo productivo orientado hacia las exportaciones, los menores requerimientos de consolidación fiscal y el grado de avance en la absorción de los desequilibrios acumulados serán fundamentales para que la reactivación económica sea sostenida, intensa y duradera”, señalan desde BBVA Research.

Desde el Servicio de Estudios de BBVA destacan que el segundo trimestre del año se caracterizó por una “dinámica fuertemente expansiva de la demanda doméstica, tanto privada como pública, y una mejoría gradual de las exportaciones españolas”. Así, volvió a destacar el avance tanto del consumo de los hogares (+0,7% t/t), como de la inversión en maquinaria y equipo (+2,1% t/t), que encadenaron, respectivamente, cinco y seis meses en positivo.

De cara al tercer trimestre, cabe esperar, según BBVA Research, una composición del crecimiento más equilibrada. “Los indicadores de expectativas (cartera de exportaciones de la industria) y gasto (ventas exteriores de bienes y servicios de grandes empresas) sugieren que, a pesar de que los principales socios comerciales evolucionan a ritmo dispar, las exportaciones de bienes y servicios no turísticos continúan ganando terreno. Igualmente, la tendencia de los indicadores vinculados al consumo de no residentes en el territorio nacional (viajeros y gasto de los turistas extranjeros) apuntan a una evolución al alza durante el periodo estival.

BBVA Research estima que la recuperación de la demanda doméstica privada está cediendo algo de tracción, tras los intensos repuntes del primer semestre del año. Así, los indicadores de gasto en consumo y expectativas de los hogares (matriculaciones de turismos, comercio al por menor, confianza de los consumidores) muestran claros signos de desaceleración durante el 3T14, sorprendiendo en algunos casos a la baja. Igualmente, la evolución de la confianza industrial, de los PMI de manufacturas y de los flujos comerciales adelantan un nuevo crecimiento de la inversión en maquinaria y equipo menor que el registrado en el trimestre precedente.

En este sentido, el servicio de estudios de BBVA señala que no hay espacio para la complacencia. Aunque la recuperación de la economía española continúa, sigue estando condicionada, entre otros factores, a la eliminación de los grandes desequilibrios que todavía se observan. El más importante, la elevada tasa de paro.

Mantener el espíritu reformador

A su juicio, el crecimiento que se espera no debe reducir el impulso reformador y es apremiante que tanto España como Europa trabajen en políticas de oferta que mejoren las expectativas de crecimiento en el largo plazo. Asimismo, considera que hay que seguir avanzando hacia la unión bancaria en Europa.

En cuanto a la política fiscal, el último informe Situación España señalaba que el tono estará marcado, fundamentalmente, por las medidas asociadas a la reforma de las administraciones públicas y, sobre todo, por el anuncio de la reforma fiscal. En este sentido, aunque ésta última avanza en mejorar la simplicidad y eficiencia del sistema, además de en aumentar las bases impositivas, y supone una rebaja de los principales impuestos estatales, básicamente del IRPF y de Sociedades, no introduce recomendaciones que podrían incrementar considerablemente su impacto sobre el crecimiento de la economía.

BBVA Research considera que en el corto plazo la rebaja impositiva supondrá un adelantamiento de la demanda doméstica privada, que dará lugar a un impulso al crecimiento en 2015 y 2016. Sin embargo, al no contemplar aumentos en la imposición indirecta que compensen la caída esperada de la recaudación, la presión del cumplimiento de los objetivos de déficit recaerá inevitablemente sobre la capacidad de contención del gasto público, sobre el aumento de las bases impositivas y sobre la recuperación económica.

En todo caso, explica el servicio de estudios de BBVA, las medidas anunciadas hasta el momento pueden ser suficientes para cumplir con las metas de reducción del déficit público. Si bien, a medio y largo plazo, dicha reducción impositiva requerirá de políticas adicionales que permitan generar superávits recurrentes que logren disminuir la elevada deuda pública. Por otro lado, en términos de creación de empleo y crecimiento, BBVA Research estima que hubiera sido más efectivo que la rebaja se hubiera centrado en las cotizaciones sociales en lugar de en el IRPF.

En este contexto, para 2014 se prevé que los efectos positivos de la recuperación económica compensen el incremento estructural esperado del gasto en prestaciones sociales y en intereses de la deuda, lo que reduciría el déficit en torno a 0,9 puntos porcentuales del PIB. Junto a ello, el impacto de las medidas de ajuste fiscal acometidas en años anteriores contendrá el déficit público en algo más de dos décimas del PIB. Como resultado, el déficit de 2014 se situará en torno al 5,5% del PIB, en línea con el objetivo de estabilidad presupuestaria.

Para 2015 las previsiones de BBVA Research sugieren que la rebaja fiscal producirá una caída de los ingresos estructurales de las administraciones públicas que, en el corto plazo, se verá probablemente compensada por la mejora de la actividad. De esta forma, se espera que, dadas las políticas anunciadas hasta el momento y la recuperación de la actividad económica, el déficit de 2015 se sitúe en torno al 4,5% del PIB, ligeramente por encima del objetivo de estabilidad (4,2%). A este respecto, se espera que la mayor parte de la disminución del déficit público se explique por la mejora cíclica de la economía, por lo que se habría reducido considerablemente la necesidad de implementar políticas restrictivas para cumplir con las metas establecidas, eliminando el carácter procíclico de la política fiscal.

En cuanto al consumo, y a pesar de que se espera cierta desaceleración en el segundo semestre de 2014, las perspectivas de los hogares han mejorado respecto a lo previsto a principios del año. La recuperación del empleo y la reducción del IRPF a partir de 2015, todavía en trámite, contribuirán a la recuperación de la renta disponible tanto este año como, sobre todo, el próximo.

Asimismo, las nuevas operaciones de financiación al consumo seguirán aumentando durante los próximos trimestres en un contexto de desapalancamiento del saldo vivo de crédito, y sostendrán el gasto de las familias a medio plazo, sobre todo, en bienes duraderos. Como resultado, el consumo privado se revisa en torno a un punto al alza para el bienio 2014-2015 hasta el 1,9% y el 2%, respectivamente, respecto a lo esperado a comienzos de 2014.

En contraste, las previsiones de la inversión en vivienda presentan pocas novedades respecto al escenario descrito en el anterior trimestre. Por el lado de la demanda, la recuperación de la confianza, la actividad y el empleo, junto con el buen tono de las compras de extranjeros y los bajos costes financieros, favorecerán al desempeño de la ventas de viviendas, que podrían cerrar el año en niveles levemente superiores a los de 2013. Por el lado de la oferta, la mayor parte del ajuste está realizado.

Los avances en el mercado laboral continúan

El dinamismo esperado de la economía y la mayor eficiencia del mercado de trabajo contribuirán a incrementar la ocupación del sector privado y a reducir la tasa de desempleo. Así, en 2014 se espera un crecimiento del número de ocupados del 1% y una reducción de la tasa de paro de 1,6 puntos hasta el 24,5%.