Alimentarse bien. Es ése un buen consejo que todas las madres dan a sus hijos. Una condición para poderlo cumplir es tener buenos alimentos a precios asequibles.

– Si sigues por ese camino -me dijo Don Contradictorio- vas a llegar a inventar el hilo negro, lo que será una gran contribución para la ciencia.

– Si pretendes tomarme el pelo sigue tú escribiendo y nos admiraremos de tus aportes científicos.

– Hombre, no te pongas así y termina tu idea. Yo te las comentaré o haré preguntas -me respondió mi amigo-.

– Para conseguir el primer objetivo hay que garantizar la calidad del producto ajustándose a los procedimientos tanto legales como específicos del producto en cuestión. Por ello el control de los procesos debe ser riguroso y la ‘actividad medida’ debe ser rigurosa. Hay siempre que insistir que el mantenimiento y el control de los aparatos y procesos de medida debe ser objeto de una atención preferente. No siempre es así y me permito llamar la atención sobre este aspecto fundamental de la producción de productos alimentarios.

Como Don Contradictorio se había callado, yo seguí mi tema.

El segundo propósito -los precios accesibles- se puede alcanzar con la productividad. Aquí se abre una amplia gama de posibilidades que puede ir desde las materias primas a la constante mejora de los procesos de producción, con nuevas técnicas que hagan estos procesos más productivos. Ello requiere por parte de los gestores una insistente atención a lo que en el mercado se encuentra y que se renueva con frecuencia. En muchos casos la solución no es fácil, porque hay que aplicar a procesos de producción anticuados nuevos medios más productivos, pero que tienen que respetar las características tradicionales del producto.

– Me estoy dando cuenta -intervino Don Contradictorio- que para poder cumplir el consejo de las madres a sus hijos, tienen que trabajar mucho y bien los fabricantes de alimentos. Está claro que lo mío es más sencillo. Yo con mis somieres me las arreglo de maravilla.

– Permíteme -le contesté- un comentario. Muchos de los alimentos producidos en Andalucía son conocidos en el mundo entero. Con esto de la globalización se está promoviendo el uso del aceite de oliva andaluz en China. Anda que como se ponga de moda aliñar las ensaladas con aceite de oliva andaluz… Para qué te cuento el mercado que se abre. Se agotarán las reservas y las cosechas sólo con llenar de aceite las aceiteras de mesa chinas. Se pondrá de manifiesto eso que yo llamo la ‘fuerza de la pasividad’. Me di cuenta de ello en un viaje que hice a China por los años cincuenta.

– No me asustes -me dijo mi amigo- que a mí no me quita nadie, ni usando esa fuerza que mencionas, mis tostadas con aceite, todas las mañanas.

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