La actual recuperación económica de España – que se ve impulsada por las exportaciones y proyecta un crecimiento de 1,5 por ciento este año– requiere medidas adicionales para resolver el desempleo masivo que afecta al país, advierte un nuevo informe de la OIT (Organización Internacional del Trabajo).
El informe, titulado “España: Crecimiento con Empleo”, invita a los gobiernos y a los interlocutores sociales a formular conjuntamente un plan de acción sobre el empleo para así evitar una situación conocida como “crecimiento sin empleo”, que tendría un impacto duradero en la vida de los españoles.
“La recuperación económica finalmente ha comenzado a traducirse en un aumento del empleo, con más de 200.000 nuevos puestos de trabajo creados durante el primer semestre de 2014”, dijo el Director General de la OIT, Guy Ryder. “Esta es una muy buena noticia. No obstante, el crecimiento aún es insuficiente y el ingreso promedio de los españoles es 8 por ciento inferior al de 2007”.
“Para los analistas financieros la crisis puede estar por terminar. Sin embargo, sigue siendo una realidad para los millones que buscan trabajo, sobre todo los jóvenes”, agregó Ryder. “Aunque se mantenga el ritmo acelerado de creación de empleo registrado en el segundo trimestre de 2014, habría que esperar hasta 2023 para restablecer el empleo a los niveles de 2007”.
Según el informe, la tasa de desempleo, que superó el 24 por ciento durante el segundo trimestre de 2014, excede los máximos históricos precedentes. La tasa de desempleo juvenil supera el 50 por ciento y es la segunda más alta de la Unión Europea, justo después de Grecia.
El informe señala a su vez que más del 60 por ciento de los solicitantes de empleo han estado desempleados por más de un año y 42 por ciento durante más de dos años. También sostiene que existe un alto riesgo de que muchas personas que buscan empleo abandonen el mercado laboral.
Raymond Torres, Director del Departamento de Investigación de la OIT, quien coordinó este informe, se refirió a los efectos negativos del desempleo de larga duración sobre el riesgo de pobreza y exclusión social, que ya ha aumentado a lo largo de la crisis. En la actualidad, en España hay casi 4,5 millones de hogares con algún miembro en paro, y 800.000 de estos no tienen ningún ingreso.