Iniciamos el nuevo ejercicio económico con unas previsiones macroeconómicas muy positivas, con un cambio de tendencia deseable en las bases del crecimiento de España que durante los últimos quince años se ha centrado en el ladrillo y el consumo interno.

Las nuevas bases, calificadas como más sólidas, se centran en el crecimiento de la actividad industrial, que en el 2006 ha tenido un comportamiento excelente, y las previsiones estiman un crecimiento en torno al 8,2 frente a la inversión inmobiliaria del 5,6. La desaceleración del sector inmobiliario confirmará la tendencia iniciada y, aún así, seguirá jugando un papel esencial en el crecimiento de zonas como Andalucía.

El sector inmobiliario, como ya hemos comentado con anterioridad en otros artículos, deberá crear y desarrollar en su segmento de pymes la función de Marketing, como principal estrategia de empresa para el 2007.

La inflación, factor relevante para la actividad de nuestras empresas en el exterior, nos muestra unos datos para este año de un IPC del 2,5, sólo medio punto más que el dato de la Zona Euro, nuestro principal cliente. Este diferencial debe traducirse en una mejora de la competitividad de nuestra economía y un aumento en la cartera de pedidos.

Sin embargo, en cuanto a nuestra actividad exterior debemos considerar que partimos de un déficit comercial histórico en el que sólo es positiva nuestra balanza comercial de productos de alimentación.

La dependencia energética exterior y el aumento de los niveles de importación procedentes de China y los países emergentes, hacia los que nuestras exportaciones son mínimas; la desaceleración del consumo en Alemania por el aumento del IVA tres puntos y la incidencia en Francia de la reforma fiscal y las elecciones junto al posible estallido de la ‘burbuja inmobiliaria’ en EEUU, nos lo pone bastante difícil.

En este sentido, promover la internacionalización como estrategia de crecimiento para las pymes andaluzas, puede ser un brindis al sol, si la identificamos con exportación. Es necesario al menos poseer una estrategia coherente y una estructura que permita su ejecución eficaz .

De igual modo, este nuevo patrón de crecimiento precisa niveles importantes de productividad del factor trabajo, formación, cualificación, impulso del talento, mejora de los directivos y, como no, potenciación del I+D+I.

En este punto, dentro de la estrategia general de empresa se busca una ventaja competitiva mediante la diferenciación a lo que se suele añadir políticas de I+D+I. La estructura y composición del tejido empresarial andaluz, en general, no se puede permitir los niveles de inversión que supone desarrollar con cierta eficacia esta política, es preferible centrarnos como estrategia en acciones de benchmarking e innovación, Marketing lateral.

El consumo, la demanda interna, continuará sosteniendo el crecimiento de España con un nivel que rondara el 3.4, superior a la zona euro y convergente con el de Andalucía. El endeudamiento de las familias alcanzará niveles próximos al 45%, que en determinadas capas de la sociedad serán insoportables, los segmentos de mercado las tipologías; y hábitos de consumo son cada vez más difíciles y complicados para identificar y poder estudiar desde el punto de vista comercial.

Consultoría de Marketing y desarrollo de negocio. La confianza de los consumidores y de las empresas es esencial para que las previsiones de crecimiento y consumo lleguen a buen término. En este primer mes la tendencia en cuanto al consumidor no es nada positiva, mediatizada por la más que probable subida de los tipos de interés de al menos hasta el 4%, de un menor impacto debido al excelente nivel de empleo previsto, con una tasa de paro del 8,1%. Aunque consumir será más caro y de menor calidad, entramos de pleno derecho en la dinámica anglosajona, ‘países ricos desarrollados (España es la octava potencia económica del mundo) habitada por pobres’. A nivel empresarial en este año 2007, constataremos que sectores tradicionales como textil, calzado, fabricación de muebles, electrónica de consumo, promoción inmobiliaria masiva, hostelería, restauración y ocio experimentarán cambios que en algunos casos suponen su desaparición y deslocalización absoluta; en otros, un proceso profundo de diversificación en el que su actividad principal es sólo un recuerdo. La hostelería es probable que deba enfrentarse a ciertos factores aún no resueltos vinculados al turismo de ciudad y la problemática que supone el cambio climático para el turismo en el Mediterráneo y, por último, el sector de la restauración, que entrara en un proceso de reconversión más acentuado que el realizado en 2006. La clave para este año, reside en saber identificar de manera estratégica las oportunidades que se presentan para España y Andalucía en particular, estableciendo las estrategias de Marketing más adecuadas y potenciando su ‘ejecución” que nos permitan aprovechar los excelentes augurios que oteamos en el horizonte.

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