La compañía gaditana no tiene que reformular las cuentas de 2013 sino que se limita a una reexpresión de las mismas, de acuerdo con el auditor.

 

Carbures sale limpia, ordenada y con las cuentas claras de la catarsis en la que ha estado inmersa desde el pasado 8 de octubre. Durante este tiempo, PricewaterhouseCoopers (PwC) ha realizado el informe de auditoría (full audit) sobre los estados financieros intermedios consolidados a 30 de junio de 2014. Dicho trabajo ha concluido en un con un informe de apenas catorce folios, de los que los cinco primeros son la presentación, disclaimers y el índice, sin salvedades para Carbures.

LOGO_100CARBURESPues bien, tras tres meses de suspensión de la cotización por las dudas mostradas por PWC, los resultados de la propia auditoría quedan muy lejos del peor escenario anunciado en octubre: ninguna de las tres compañías señaladas puede considerarse asociada o controlada por Carbures o sus directivos. Sólo una operación, la de Ansal, la comercializadora de estructuras de fibra de carbono para obra civil, una compañía satélite de Carbures, que forma parte de su clúster, es trasladada su facturación del 2013 al 2014, tras la conclusión de la reexpresión por parte de PwC. Pero en ningún caso se considera una operación intragrupo.

Las otras dos compañías Materiable y Sinatec ha quedado claro que son vinculadas al clúster Carbures –tal como se recogía en las memorias de los años precedentes por parte de la propia Carbures‐, pero en ningún caso son asociadas a la compañía tractora. La facturación proveniente de estas dos compañías es absolutamente correcta. Por tanto, tras realizar los ajustes y trasladar a las cuentas de 2014 los 5,36 millones facturados con Ansal, Carbures cerró 2013 con una facturación de 19,989 millones (frente a los 25,353 si se incorporasen los 5,36 de Ansal) y un beneficio neto de 1,969 millones de euros (frente a los 4,707).

El auditor, PWC, que no ha planteado la conveniencia de la reformulación de las cuentas, ha
recomendado a la Compañía aplicar criterios más prudentes a la hora de anotarse los ingresos,
si bien reconoce la validez de los mismos. La Compañía, de acuerdo con PWC, así lo ha
decidido y ha cambiado el criterio de contabilización. Éste es el caso de la operación relativa a
los contratos con la compañía china Shenyan Hengrui por la venta de lineales de fabricación de
piezas de coches en series largas en materiales compuestos. Dichos contratos reportarán a
Carbures unos ingresos de más de 97 millones de dólares por la venta de siete lineales RMCP,
su distribución, así como los royalties inherentes al uso de esta tecnología.

El reconocimiento de los ingresos del contrato de cesión de royalties se reconoce en
conformidad a un criterio de prudencia progresivamente en el periodo de tiempo que se
extiende la cesión, cinco años. De esta manera, estos importes se imputarán
proporcionalmente a los seis meses transcurridos sobre los sesenta meses totales del contrato.

En cuanto al contrato de venta de lineales, se ha optado por un criterio conservador,
consistente en la entrega del bien vendido para el reconocimiento del ingreso. La sociedad
registrará el ingreso por venta y el margen de los lineales en el momento de su entrega y
puesta en marcha. Cada lineal aportará a las cuentas de Carbures 12,719 millones de dólares.
El calendario previsto de entrega de lineales se extenderá durante el ejercicio 2015 y, en
función de las especificaciones requeridas, 2016.

Adicionalmente, se estima un aumento de los pedidos procedentes de Airbus que duplicarían
la cifra estimada para el ejercicio 2014.

La decisión de la Compañía de aplicar nuevos criterios contables de acuerdo con las
recomendaciones del auditor concluye en una revisión de las ventas y de los resultados que
provoca que Carbures cierre el primer semestre de 2014 con unas ventas de 20,228 millones
de euros, frente a los 41,907 publicados, desviación proveniente fundamentalmente del
cambio de criterio en la aplicación de los ingresos de la operación Shenyan Hengrui (19
millones); así como que se registren unas pérdidas de 6,067 millones de euros en el periodo. La
previsión para el cierre del año 2014 es que la compañía registre unas ventas consolidadas de
58,076 millones de euros (frente a las 19,989 del cierre de 2013, casi un 300 por ciento) y unas
pérdidas de 9,091 millones de euros (frente a los 1,698 de beneficios), provenientes
fundamentalmente de los deterioros de los fondos de comercio y de los gastos incurridos con
motivo de la salida a Bolsa, y que no son recurrentes.

 

2015: ventas superiores a 110 millones

Por último, como consecuencia de los nuevo criterios contables a aplicar, el gran beneficiado
será el balance del año 2015, donde la compañía espera registrar unas ventas superiores a los
110 millones de euros, con un Ebitda superior a los 12 millones de euros, por encima de un 10
por ciento sobre ventas, que, según José María Tarragó, consejero delegado de Carbures,
“incluso en una compañía de crecimientos acelerados como es Carbures, está francamente
bien. Los inversores pueden estar tranquilos, la compañía tiene un futuro despejado: estamos
profesionalizando la gestión –ya ha llegado un nuevo director Financiero, Ignacio Barón‐; los
clientes confían en nosotros de manera creciente –hemos sido capaces casi de triplicar el
tamaño de la compañía en este año‐ y somos capaces de aplicar nuestra tecnología a los
sectores de interés”.

Para Rafael Contreras, presidente de Carbures, “todos los procesos de revisión han concluido y
concluido de manera satisfactoria para la compañía. Estoy muy satisfecho del trabajo que hemos sido capaces de realizar para todos los accionistas. El auditor ha hecho un trabajo
profundo, nos ha recomendado cambiar criterios en la aplicación de los ingresos pese a
reconocer la validez de los mismos y nosotros así lo hemos decidido aplicar con el objetivo de
dejar una compañía absolutamente preparada para los retos venideros, que no son pocos.
Carbures sale muy fortalecida de este proceso para esta nueva etapa de consolidación, como
lo demuestra el hecho de que hemos sido capaces de captar más dinero durante la suspensión
que en el proceso de salida a Bolsa al MAB”.