El sector de la minería metálica se está convirtiendo en una oportunidad que no debemos desaprovechar. Cada vez está más presente en nuestro territorio y despierta más interés, porque las actividades relacionadas con este sector, que son diversas y complementarias, tienen un denominador común: su capacidad para generar desarrollo económico, empleo y un tejido empresarial del que estamos muy necesitados.
El sector pasa por un gran momento, avalado por los importantes niveles de producción en las dos grandes explotaciones mineras que operan en la Faja Pirítica Ibérica: Minas de Aguas Teñidas y Cobre Las Cruces, modelos de gestión minera sostenible basada en la continua innovación tecnológica.
Andalucía destaca, por tanto, en la extracción de minerales metálicos, en la que es líder con el 60% de la producción nacional, de ahí que el sector atraiga inversiones.
En este contexto, la Administración autonómica ha decidido subirse al carro de esta evolución de la minería, auspiciada por el precio del metal en los mercados y las nuevas tecnologías de extracción y obtención del mismo. Y esta mayor implicación de la Administración es fundamental para el sector.
Como también es vital que las empresas mineras que ya están en marcha en Andalucía hayan respondido con eficacia desde sus inicios a los retos medioambientales, operando con las máximas garantías en este terreno y la mínima afección a su entorno. Incluso tienen definida en muchos casos cómo será la posterior restauración, que ejecutarán cuando concluya el periodo de vida útil de los yacimientos.
La normativa medioambiental es cada vez más exigente, aunque la innovación en las explotaciones mineras trabaja al servicio de la mejora en esta área. La alta cualificación de los trabajadores, unida a unas medidas de seguridad muy potentes, es también una cuestión prioritaria para el desarrollo de esta actividad.
Solo hay que echar un vistazo a Minas de Aguas Teñidas y Cobre Las Cruces. Ambas están contribuyendo a cambiar la percepción que aún se tiene sobre la actividad minera, pues realizan constantes inversiones en las mejores tecnologías disponibles y en nuevas investigaciones que aplican permanentemente a sus procesos.
En la provincia de Huelva habría que destacar también el proyecto de reactivación de la mina de Riotinto por parte de la compañía EMED Tartessus, que está en fase de instalación para el posterior despegue de su producción.
La actividad minera en la Faja Pirítica está, además, garantizada durante décadas, con unos recursos potenciales en yacimientos mineros superiores a los 1.500 millones de toneladas, cifra estimada solo con las investigaciones a profundidades estudiadas hasta la fecha.
Entre todos debemos conseguir una Minería estable, que sea capaz de impulsar un tejido empresarial que fortalezca la economía de nuestra tierra, siempre poniendo un gran énfasis en garantizar la seguridad de los trabajadores y en la utilización de las últimas tecnologías.
La actividad de las empresas asociadas a AMINER se traduce ya en datos concretos que ayudan a dimensionar la realidad del sector.
Si unimos lo que ya existe a lo que podría suponer la entrada en servicio de los proyectos en curso estaríamos hablando de inversiones que superarían los 2.800 millones de euros. Es difícil encontrar un sector con unos datos parecidos, especialmente en tiempos de crisis como los que atravesamos.
El empleo directo generado alcanza las 1.800 personas. Cifra a la que habría que añadir el correspondiente al empleo indirecto asociado a la actividad de estas empresas, que se elevaría a 3.500 personas.
Por todo ello, en la industria andaluza tiene mucho que decir la minería. Este potencial, unido a la certeza de que éste es de los pocos sectores que está generando empleo y se encuentra en condiciones de seguir haciéndolo de manera progresiva en los próximos años, lo convierten en una actividad imprescindible para Andalucía.
Nuestra región tiene en esta área una ventaja comparativa con muchas zonas del mundo, una riqueza, especialmente en lo que se refiere a los recursos metálicos, que tenemos la obligación de poner en valor, para llegar a convertirnos en referente mundial no solo en minería en general, sino, principalmente, en minería innovadora.
Francisco Moreno
Presidente de AMINER
