"Los cisnes cantan antes de morir. No estaría mal que ciertas personas murieran antes de cantar" (Samuel T. Coleridge)

Al hilo de lapsus que suelen ser fuente de inspiración periodística, aludía en esta sección a la confusión entre ‘puya' y su quasi homófono ‘pulla', sirviéndome para ello de sendas noticias aparecidas en la prensa y prometiendo un próximo artículo con ejemplos de ‘puyas' ingeniosas, aunque sin reparar en el hecho (¿algún duende malintencionado, quizás?) de que debería haber escrito ‘pullas'. Confiando, pues, en la indulgencia del lector, propongo, hoy, una serie de comentarios, debidamente documentados (1), cuyo común denominador es la música y su entorno: críticos, aficionados y, por supuesto, los propios músicos, personajes estos últimos, en ocasiones, algo atrabiliarios, cuyo talento creador no les exime de las peculiaridades inherentes a la condición humana.

Los críticos, por ejemplo, no salen bien parados: Wagner sostenía que "la profesión inmoral de la crítica musical debía ser abolida"; para Sibelius "nunca se ha erigido una estatua en honor a un crítico", y Puccini la consideraba  "la ocupación más inútil del mundo". El dramaturgo y vitriólico G.B. Shaw sentenciaba que "el Réquiem  de Brahms lo resisten tan sólo pacientemente los cadáveres". A Oscar Wilde, el maestro de la paradoja, le encantaba la música de Wagner porque "es tan fuerte que uno puede hablar todo el rato sin que los demás oigan lo que dice". La música de Debussy – quien, por cierto, opinaba que "en la ópera siempre se canta demasiado" – despertaba juicios cáusticos, como el de Rimski-Korsakov: "Mejor no escucharla; corre uno el riesgo de acostumbrarse a ella, y entonces le acaba gustando"; o este otro, debido a Fauré: "Si eso es música, será que nunca he entendido lo que es la música". Y nuestro gran Amadeo Vives afirmaba, no exento de sana envidia, que "Si Pepe Serrano [autor de La canción del olvido] supiera algo más que solfeo, en España sólo comería él". Prometo – siempre con la anuencia del lector – más 'pullas musicales'.

(1) A Cappella (Crofton – Fraser) Ed. Ma Non Troppo

agendaempresa@agendaempresa.com