Los expertos, directivos y empresarios esperan una sensible mejora de la economía española en los próximos meses, hasta el punto de que sus previsiones apuntan a un crecimiento para 2015 superior a la propia estimación del Gobierno, fijada en el 2%.

El Consenso Económico, correspondiente al primer trimestre de 2015, y que desde 1999 elabora PwC  a partir de la opinión de un grupo de más de 350 panelistas, refleja un fuerte aumento del optimismo sobre la evolución de la actividad.

El 67,7% de los encuestados estima  que el PIB crecerá este año por encima del 2% y, de ellos, un 13,5% asegura que este incremento será por encima del 2,5%. De hecho, la media de las respuestas de los expertos, empresarios y directivos que integran el Consenso fija el crecimiento de la economía española para 2015 en el 2,2%: la tasa más alta prevista por los panelistas desde finales de 2008.

Estas buenas perspectivas se concretan, primero, en un fuerte aumento del empleo: el 73,2% de los expertos -veinticinco puntos más que en el Consenso anterior- asegura que crecerá. Pero también en una recuperación, tanto del consumo de las familias -así lo asegura el 66,9%-, como de la demanda de vivienda, que aumentará según el 38% de los encuestados, casi diez puntos más que en trimestre anterior. Las exportaciones volverán a tirar también con vigor de nuestra economía, según el 68,9% de los expertos.

La inflación, por su parte, seguirá moviéndose en un escenario de caída de los precios, o de deflación, que se irá moderando levemente a medida que avance el año, para situarse a finales de 2015  -según el 62,9%- entre el 0% y el 1%. En cuanto al tipo de cambio euro/dólar, una mayoría de expertos espera que continúe la caída de la moneda única y que en junio ésta se sitúe entre  1 y 1,1 euros por dólar, con tendencia a seguir en la senda de la depreciación hasta finales de año.

El Consenso Económico incluye en esta edición un análisis monográfico sobre los factores que van a tener un mayor impacto en el crecimiento de la economía española en los próximos dos años. Para el conjunto del bienio 15-16, los expertos y directivos creen que las reformas laborales recientes y las expectativas de cambio político serán los dos factores que tendrán mayor impacto en el medio plazo –según el 55,2% y 47,3%, respectivamente-. Por delante de otros, como la depreciación del euro, la caída del petróleo o la reducción del IRPF, cuyos efectos se consideran más inmediatos.

Impacto de la caída del precio del crudo

Precisamente, en el corto plazo -o sea, para 2015-, el 86% de los expertos coincide en el impacto positivo o muy positivo que la caída del precio del crudo está teniendo en la economía española y una abrumadora mayoría lo califica como “una gran ventaja” para nuestra actividad. No obstante, un 49,5%, es consciente de que una caída exacerbada podría tener graves consecuencias geopolíticas. En cuanto a la actual volatilidad de los tipos de cambio, la opinión mayoritaria asegura que las guerras cambiarias no favorecen el crecimiento mundial.

En materia laboral, el 65,4% cree que la mejor reforma del mercado de trabajo que existe es la defensa de la competencia y un 65,4% asegura que se deberá seguir con las reformas para asentar la plena recuperación del empleo en los próximos años.

Los expertos, empresarios y directivos también opinan sobre las expectativas de cambio en el panorama político español. El 51% cree que se va a producir un vuelco en el modelo de gobierno establecido en el fin de la transición y un 47% asegura que todo vuelco político significativo, en el sentido que sea, será perjudicial para las perspectivas económicas en 2015 y 2016. De hecho, un 63% está de acuerdo o muy de acuerdo en que, si no fuera por las incertidumbres políticas, el resto de factores marcarían un efecto claramente positivo para las perspectivas de la economía económica.

Finalmente, respecto a la evolución de la economía mundial, la opinión de los expertos, directivos y empresarios se encuentra divida entre los que consideran que, a finales de 2015,  mejorará -47,7%- y los que estiman que seguirá igual -49,2%-. En el lado positivo, de esta balanza se sitúan las mejores perspectivas para EE.UU y la UE -para el 55% y el 70,5% de los panelistas- mientras que en el negativo está la percepción mayoritaria de que no se van a producir cambios significativos en las economías de  Japón y China.