"El ejemplo es siempre más eficaz que el precepto" (Samuel Johnson)

La perseverancia en el error por parte de quienes profesan el oficio de hablar y escribir en público, algunos de ellos empecinados en reinventar la gramática, aconseja, tal vez como mero recurso didáctico, la difusión de tanto desaguisado, de tanto petardo en los cimientos del idioma como leemos o escuchamos a diario.

Tal sucede con ‘género', pues no hay forma de convencer al mentecato, siempre respetuoso para con lo "políticamente correcto" – entiéndase aquí la machacona insistencia en "violencia de género" -, que ‘género' y ‘sexo'no son la misma cosa; que estamos ante un  anglicismo (gender violence) cuyo origen se remonta al puritanismo de la época victoriana en la que el sexo, por "impúdico", no se mencionaba como tal. Intenté aclarar esta equívoca interpretación en un artículo publicado hace un año en esta misma revista y en el cual, recogiendo tesis de eminentes filólogos, se constataba que el género – que es anterior a la especie – hacía referencia al 'género gramatical', mas no así en inglés, que lo perdió, por lo que gender quedó libre de ese uso y pasó a significar sexo. Pero estas disquisiciones semánticas parecen importar poco a "habladores y escribidores" como los que, en sendas crónicas referidas a un mismo accidente, afirmaban que "… tras comprobar que era una persona, intentaron distinguir el género, dado que las deformaciones sufridas impedían su distinción"; o " … cuyo cuerpo fue atropellado por varios vehículos, recibiendo (¿por qué no 'sufriendo'?) tales mutilaciones, que ha resultado imposible su identificación personal y de género".

Con motivo de una posible impugnación de la ordenanza que regula la circulación de bicicletas, leemos en un diario que " los criterios y basamentos jurídicos del recurso aún se están definiendo". Una simple consulta al diccionario hubiera evitado el dislate, ya que 'basamento' es término utilizado en arquitectura para definir "cualquier cuerpo que se pone debajo de la caña de la columna, y que comprende la base y el pedestal", por lo que resulta evidente la confusión con ‘fundamentos' jurídicos. La parla deportiva suele proporcionar también material abundante: "Dos goles de X, uno agónico en el alargue del partido, dan tres puntos vitales al equipo local" (ello me recuerda otro ejemplo  similar, referido a la llegada de auxilio en un accidente de tráfico, en donde se decía que " Tras una hora de aguarde…")."El jugador X entró al terreno de juego (o su variante ingresó) en la segunda mitad del encuentro"; el presidente de un club en alusión a su entrenador: "Él sabe que debe positivizar la vida"; "Dos equipos españoles han dilapidado (¡malgastado!) la hegemonía de sus rivales…."; "El equipo filial está cumpliendo con toda las expectativas", lo cual no es posible, pues como sabemos, "se cumple con alguien"(con Dios, con un amigo, lo que implica cortesía), pero se "cumplen promesas, expectativas o acuerdos"; "en el día de ayer se han celebrado los entrenos en el circuito". En un titular de prensa leíamos que un entrenador, comentando el juego de su equipo, decía que éste "había hecho aguas (¿orinado?) en la segunda parte". Quería decir, suponemos, que el equipo había 'hecho agua', es decir, que había fracasado estrepitosamente.

¿Y qué decir del adverbio de modo, en peligro de extinción? Veamos algunos ejemplos tomados de la prensa diaria, la radio y la televisión: "El ritmo de los trabajos está cambiando más rápido de lo previsto"; "Se prevé que el virus de la gripe ataque más suave"; "El gobierno reaccionó rápido ante la bajada de la bolsa"; "El jugador X lo hace fácil"; "Fulano piensa diferente". Debemos recordar que los verbos pueden ser modificados por adverbios, no por adjetivos, por lo que debe decirse 'rápidamente', 'suavemente', 'fácilmente' o 'de modo (forma) diferente'. Asimismo, algunos adverbios pueden dan lugar a redundancias: "Previamente al accidente, se detectaron signos que evidenciaban el mal estado del terreno", sin caer en la cuenta de que 'previamente', que quiere decir "con antelación o anticipación", lleva implícita la referencia al hecho que se comenta. Los artículos contractos 'al' y 'del' también parecen abocados a su paulatina desaparición en la lengua hablada. Pero ello será tema de un próximo artículo.

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