Los nuevos medios de pago tarjetas virtuales, contactless, aplicaciones móviles, pagos con móvil (wallets)-  se están abriendo paso en España, en un mercado todavía marcado por el uso mayoritario del efectivo, de las tarjetas de débito y crédito y las transferencias.

Esta es una de las principales conclusiones del informe Los medios de pago, un paisaje en movimiento, elaborado por el Centro del Sector Financiero de PwC e IE Business School, que se ha presentado con la participación del Javier Rodríguez Zapatero, director General de Google en España y de responsables de medios de pago e innovación de BBVA, Banco Santander y MasterCard.

El estudio  concluye que el dinero en efectivo (lo utilizan el 100% de los españoles), la tarjeta de débito (90,8%), el pago por transferencia (85,8%) y la tarjeta de crédito (76,6%) siguen siendo los métodos de pago más utilizados en nuestro país.

Sin embargo, las nuevas fórmulas van ganando poco a poco terrero. Entre todas ellas, Paypal es la más conocida (más de la mitad de los usuarios asegura haberla utilizado, por delante del chequeo o talón -38,8%- y del cargo a la factura del móvil -25%-), mientras que Apple Pay, sin ni siquiera haber llegado a Europa, está considerada como una de las opciones con mayor proyección. Otras fórmulas también novedosas, como las tarjetas virtuales o el contactless, aunque en menor medida, son usadas por el 18% y el 15,2%, respectivamente.

El documento también analiza la relación entre las distintas formas de pago y el volumen de los importes a abonar. En general, los usuarios están dispuestos a abonar cualquier cantidad de dinero, aunque sí parece que la resistencia a operar con un determinado medio de pago aumenta conforme sube la cantidad. Son especialmente evidentes en el caso del efectivo y la factura móvil, donde el 51% y el 82% de los encuestados, respectivamente, no pagarían un importe elevado. En el caso de las nuevas formas de pago la que menos confianza inspira, siempre para cantidades altas, es la tarjeta contactless.

De lo que parece no haber dudas es de que en el centro de esta metamorfosis en los pagos está el teléfono móvil. Desde su popularización en la década de los 90, los dispositivos móviles han actuado como depredadores digitales sustituyendo, en mayor o menor medida, a cámaras  fotográficas, libros, periódicos, reproductores de música, relojes… “La interrogante que queda por resolver es si esto mismo va a suceder con los medios de pago”.