Se han revisado al alza las proyecciones de crecimiento de muchas economías de la zona del euro (por ejemplo, España, Italia); sin embargo, la evolución de los acontecimientos en Grecia probablemente aseste un golpe mucho más duro del previsto a la actividad.
– Según la última Actualización del informe WEO del FMI, la recuperación paulatina continúa, pero se pronostica que crecimiento mundial será un poco menor en 2015 como consecuencia de un revés inesperado de la actividad económica en el primer trimestre de 2015, principalmente en América del Norte.
“Aun con lo dramáticos que son los acontecimientos en Grecia”, afirmó Olivier Blanchard, Consejero Económico y Director del Departamento de Estudios del FMI, “la profundización del sufrimiento de la economía griega probablemente tenga efectos limitados en el resto de la economía mundial”.
En general, la evolución económica se ciñe bien a los pronósticos de abril, puntualizó Blanchard; “en otras palabras, la recuperación de las economías avanzadas se está afianzando, y el crecimiento de fondo de los mercados emergentes se está desacelerando”. Los pronósticos para la economía mundial apuntan a 3,3% este año —la misma cifra que en 2014— y 3,8% el año próximo (véase el cuadro).
En otro orden de cosas, la Actualización del informe WEO señala que los precios del petróleo repuntaron durante el segundo trimestre of 2015, el riesgo de deflación cedió y las condiciones financieras de las empresas y los hogares prestatarios se mantuvieron más bien favorables en la mayoría de las economías avanzadas.
Las economías avanzadas están mejorando
El aumento del crecimiento mundial en 2015 estará impulsado por el mayor vigor de la expansión de las economías avanzadas. Según las previsiones, el crecimiento en estas economías aumentará de 1,8% en 2014 a 2,1% en 2015 (es decir, unos 0,3 puntos porcentuales menos que lo previsto en abril) y a 2,4% en 2016.
De acuerdo con el informe, la debilidad imprevista de América del Norte a comienzos de 2015, que originó el grueso de la revisión del pronóstico de crecimiento para 2015, probablemente será un revés pasajero. Los determinantes básicos del consumo y la inversión en Estados Unidos —aumento salarial, condiciones del mercado laboral, condiciones financieras favorables, caída de los precios de los combustibles y fortalecimiento del mercado de la vivienda— se mantienen intactos.
La recuperación económica de la zona del euro está más anclada, y se observan indicios de aumento tanto de la demanda interna como de la inflación. Se han revisado al alza las proyecciones de crecimiento de muchas economías de la zona del euro (por ejemplo, España, Italia); sin embargo, la evolución de los acontecimientos en Grecia probablemente aseste un golpe mucho más duro del previsto a la actividad.
En Japón, el crecimiento registrado durante el primer trimestre de 2015 fue más fuerte de lo esperado, pero esa sorpresa es en gran parte resultado de una acumulación de existencias. Dado que el ímpetu de fondo generado por los salarios reales y el consumo es más débil, el repunte del crecimiento proyectado ahora para 2015 es más ligero.
Las economías emergentes y en desarrollo se están desacelerando
El crecimiento de las economías de mercados emergentes y en desarrollo se desacelerará, según las proyecciones, de 4,6% en 2014 a 4,2% en 2015 como consecuencia del efecto de enfriamiento provocado por la caída de los precios de las materias primas y el empeoramiento de las condiciones financieras externas, especialmente en América Latina (por ejemplo, Brasil) y los países exportadores de petróleo.
Entre otros factores, cabe mencionar el reequilibramiento de China, los cuellos de botella estructurales y las tensiones económicas vinculadas a factores geopolíticos, sobre todo en la Comunidad de Estados Independientes y algunos países de Oriente Medio y Norte de África.
En 2016, el crecimiento de las economías de mercados emergentes y en desarrollo repuntaría a 4,7%, en gran medida gracias a la mejora proyectada de las condiciones económicas de una serie de economías con problemas, como Rusia y algunas economías de Oriente Medio y Norte de África.