El buscador de vuelos y hoteles Jetcost a realizado una encuesta para descubrir cuáles han sido los objetos extraños más confiscados a los españoles en los aeropuertos, con esposas y arena de playa encabezando la lista de los artículos más confiscados. Según la encuesta, un pasajero incluso admitió que le quitaron un ladrillo que llevaba en su equipaje del hotel donde se alojó.

handcuffs-303207_1280La encuesta ha revelado que el 12% de los españoles se aleja de los recuerdos típicos como adornos, postales, imanes, tazas o camisetas cuando vuelven de sus vacaciones y en lugar de ello corren el riesgo de meterse en problemas en la aduana debido a una elección inusual.

Inicialmente, a todos los encuestados se les preguntó si les gustaba llevarse algún recuerdo de sus vacaciones, a lo que más de tres cuartas partes de los encuestados (78%) contestó que sí. De los que lo hicieron, las razones principales para llevarse algún recuerdo a casa fueron: para un 41% el mostrar a la gente que había ido a ese lugar y para el 36% porque era un recuerdo agradable de donde había estado de vacaciones.

A la pregunta de ¿cuáles eran los objetos más comunes que se llevó como recuerdo?, las respuestas más populares fueron: adornos, con un 22%, postales, un 21% y ropa temática del destino, un 16%. A todos los encuestados se les preguntó si les habían confiscado algún objeto extraño en el aeropuerto, a lo que un 12% respondió que sí.

A las personas que declararon que habían tenido la mala suerte de que el personal de seguridad les confiscaran algo, se les preguntó qué objeto les habían confiscado, siendo estos 5 los objetos más extraños más confiscados:

1. Esposas
2. Arena, follaje u otros elementos de la naturaleza
3. Un animal vivo (lagartos, arañas, etc.)
4. Piquetas (para sujetar las tiendas de campaña)
5. Un animal muerto (como por ejemplo un faisán)

Un encuestado incluso admitió que le habían confiscado un ladrillo que había cogido de una parte dañada de su hotel. Cuando se le preguntó por qué estaba viajando con el artículo declaró que tenía varios ladrillos de otros países y que lo había hecho con la esperanza de construir algo con su colección.

Antoine Michelat, co-fundador de Jetcost ha señalado que “a veces no podemos entender qué pasa por la mente de algunas personas cuando están haciendo sus maletas para volver a casa después de unas agradables vacaciones y piensan que es aceptable o incluso normal llevarse animales muertos, ladrillos y hasta fuegos artificiales. ¿Qué ha sido de las camisetas con el nombre de la ciudad y los globos con nieve? Recomendamos que todos los pasajeros revisen lo que se puede y lo que no se puede llevar en un avión, y ante la duda, lo mejor es preguntar a alguien o hacer una búsqueda rápida en Internet”.