España sumaba en septiembre más de cuatro millones de desempleados. En este contexto, la opción de hacerse autónomo y sumergirse en el emprendimiento se perfila como una de las más adecuadas para entrar en el mercado de trabajo. En España, actualmente más de tres millones de personas trabajan por cuenta propia con proyectos propios, muchos de ellos a partir de innovadoras y originales ideas de negocios. Este dato equilibra la tasa de empleabilidad influenciada negativamente por la dificultad que tienen las empresas para generar empleo en la actualidad. Del total nacional, los autónomos de Andalucía representan el 18%, la región con mayor peso específico del colectivo.
De hecho, Andalucía, junto a Baleares, son las comunidades que lideran el crecimiento de autónomos en el tercer trimestre del año. El número de autónomos andaluces inscritos en la Seguridad Social se ha incrementado en lo que llevamos de año en 11.660 personas. Concretamente, y según el último informe publicado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el pasado 30 de septiembre había 497.157 trabajadores autónomos, de los cuales el 65,6% eran varones, mientras que las mujeres representaban el 34,4 % del total. Este porcentaje varía ligeramente si se tienen en cuenta diversos criterios como la edad del trabajador, la región en la que vive o el sector en el que desarrolla su actividad. Las provincias andaluzas también encabezan el ranking, registrándose grandes incrementos en Málaga (+3,6%), Cádiz (+3,5%) y Huelva (+3,2%), según datos de UPTA Andalucía.
La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos de Andalucía, en base a los datos proporcionados por la Seguridad Social, ha indicado que el 61,8% de los autónomos cuenta con más de tres años de antigüedad, frente a un 18,8% que lleva menos de un año cotizando en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y el 19,4% que suma entre uno y tres. Asimismo, el 24,7 % de los autónomos tienen la suficiente continuidad para tener asalariados a su cargo, frente al 75,3% sin asalariados. Por sectores, el 76% desarrolla su actividad en el sector servicios, mientras que tan solo el 12% ejerce su labor en la agricultura, el 7,5% en la construcción y el 4,5% en la industria.
El crecimiento del número de trabajadores autónomos no es una tendencia exclusiva de España, sino que se generaliza en la mayoría de los países de la Unión Europea. Un interesante estudio sobre los autónomos en Europa, muestra aquellos lugares donde este tipo de trabajador cuenta con mayores beneficios. Francia lidera el ranking con una puntuación de 9,5 sobre 10. Esta sobresaliente valoración se debe a que el autónomo francés tiene derecho a asistencia sanitaria, jubilación, incapacidad temporal y pensiones de viudedad e invalidez; además, en el primer año no tiene que hacer frente a ninguna cuota. Estados Unidos, situada en segunda posición, tampoco presenta cuotas y el autónomo paga sólo el 15% de lo que produce.
El país situado en el escalafón más bajo del ranking es Alemania, que presenta una cuota de 140 euros siempre y cuando se superen los 1.700 euros limpios de ingresos al mes; además, los autónomos alemanes están obligados a pagar un seguro médico cuyo valor oscila entre los 150 y los 200 euros.
Al leer este estudio, los autónomos españoles reflexionaban sobre su situación, nada envidiable desde el punto de vista europeo. Pero, a raíz de la aprobación de la Ley de Fomento del Trabajo Autónomo, que entró en vigor el pasado 10 de octubre, las condiciones de este colectivo han mejorado de forma considerable, aumentando sustancialmente sus beneficios.
La normativa contempla una serie de medidas que pone valor a los trabajadores por cuenta propia. Por un lado, todos los autónomos disfrutarán durante un periodo de seis meses de la conocida tarifa plana de 50 euros en la cuota a la Seguridad Social. Además, podrán compaginar durante un máximo de nueve meses la prestación por desempleo con el alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), una posibilidad de la que sólo podían beneficiarse hasta el momento los menores de 30 años. De esta medida quedan excluidos quienes hayan obtenido el pago único de la prestación por desempleo en los 24 meses inmediatamente anteriores a la aplicación de la normativa y los que suscriban un contrato con la empresa o empleador para los que hubiese prestado sus servicios por cuenta ajena con anterioridad.
Por otro lado, la ley permite que los parados puedan solicitar el 100% de la prestación por desempleo en un pago único. De esta manera, al cobrar la totalidad de la cuantía podrán hacer frente a los múltiples gastos que supone poner en marcha un negocio. Además, el texto garantiza la ampliación del plazo para disponer de la prestación por desempleo de los 24 meses a los 60 meses en caso de interrupción. Finalmente, este texto legal facilita que los autónomos económicamente dependientes -aquellos en los que el 75% de sus ingresos proceden de un único cliente o empresa- contraten a un trabajador que les sustituya para poder conciliar así la vida laboral y familiar.
Toda una serie de ventajas que se unen a la resolución del pasado 10 de septiembre del Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC), que posibilita que los autónomos que trabajen desde su hogar puedan deducir en el IRPF gastos como el gas, la electricidad, el teléfono o el agua. De esta manera, para aquellas personas interesadas en dar de alta un negocio, la opción de hacerse autónomo se consolida como la forma empresarial más rápida, sencilla y económica, ya que requiere de menos gestiones y trámites legales que cualquier otra y se consolida como la forma idónea para pequeñas empresas y nuevos negocios.
Aun así, darse de alta como autónomo puede resultar un poco farragoso para aquellos que no estén acostumbrados al papeleo o para quienes lo hagan por primera vez. Para ello, se debe de acudir en primer lugar a la Agencia Tributaria donde se dará de alta, por un lado, en el impuesto de actividades económicas (I.A.E), que es una tasa que grava el ejercicio de la actividad profesional y, por otro, realizará el alta censal en el que se opta por el régimen fiscal correspondiente y se indican los datos y la actividad que va a realizar la empresa. Desde el momento en el que se realiza el alta censal, se dispone de un periodo de 30 días naturales para acudir a la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) y realizar la inscripción en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).
Además, aquellos autónomos que cuenten con un local propio tienen que realizar una serie de trámites adicionales en el Ayuntamiento de la localidad como la gestión de la Licencia de Apertura y de Licencia de Actividades e Instalación. Hay que tener en cuenta que no todas las actividades requieren una licencia. Asimismo, quienes tengan empleados a su cargo deben realizar la inscripción de la empresa en la Seguridad Social, solicitar el número de patronal y dar de alta a los trabajadores contratados.
Es por ello que, desde UPTA Andalucía, siguen reiterando que todo apoyo es poco y siguen reclamando reformas estructurales orientadas a establecer un escenario sólido para la consolidación de los autónomos andaluces y que palíen la estacionalidad de nuestro mercado de trabajo, así como medidas efectivas que fomenten el consumo, reduzcan las trabas administrativas y burocráticas y con ello equipararnos a las regiones más avanzadas de nuestro entorno y volver a la senda del crecimiento.
Con el fin de facilitar los trámites de los trabajadores por cuenta propia, UPTA Andalucía, una entidad creada con el objetivo general y prioritario de representar y defender los derechos e intereses sociales, profesionales y económicos del colectivo de trabajadores autónomos andaluces y de aquéllos que quieren serlo, cuenta con sedes en todas las provincias andaluzas y un equipo de profesionales para el asesoramiento, acompañamiento, tutorización y una amplia cartera de servicios complementarios por y para un colectivo que junto con microempresas forman el 96% del tejido productivo andaluz. En definitiva, y como bien expresa su lema, una organización de autónomos para autónomos.
En conclusión, cada vez son más los que apuestan por el emprendimiento y el trabajo por cuenta propia, lo que no es de extrañar, ya que aparte de que hacerse autónomo es muy sencillo, los trabajadores por cuenta propia cada vez tienen mayor reconocimiento en la sociedad y las políticas. Una elección que, aunque siempre conlleva cierto riesgo, no deja de ser una aventura que permitirá convertir en realidad todos aquellos proyectos y sueños que siempre hemos tenido en mente. Una opción que, sin lugar a dudas, promueve el crecimiento, la generación de riqueza y el empleo.
María Cano Rico
