Indra ha cerrado un contrato con la Corporación Centroamericana de Servicios de Navegación Aérea (Cocensa) para renovar los sistemas de gestión de tráfico aéreo del Centro de Control Aéreo de San José y de los principales aeropuertos internacionales de Costa Rica por 12 millones de dólares.

La compañía modernizará de este modo los sistemas del centro que coordina el tráfico aéreo de Costa Rica y de las torres que gestionan las maniobras de aproximación y aterrizaje en los aeropuertos internacionales de Juan Santamaría, el principal y que da servicio a la ciudad de San José; el de Daniel Oduber Quirós, en Liberia; y el de Tobías Bolaños Palma, que también da servicio a la capital. Indra es uno de los principales suministradores de sistemas de gestión de tráfico aéreo del mundo, habiendo implantado sus sistemas en más de 4.000 instalaciones y 160 países.

El centro de San José incorpora además avanzados sistemas de comunicación de voz Garex 300, que forman parte de la familia de sistemas de comunicación IP de Indra, así como grabadores de voz Neptuno. Asimismo, la multinacional ha acordado con Cocesna dotar a este centro de un avanzado sistema que cumpla con el protocolo NAM Nivel 3, el más avanzado para facilitar la coordinación entre centros de control a la hora de transferir la responsabilidad de la gestión de un vuelo. Costa Rica será el primer país del mundo que dispondrá de la tecnología que incorpora este protocolo.

Otras de las mejoras que llevará a cabo Indra en estas instalaciones será la adaptación de sus sistemas para dotarlos de capacidad para procesar y visualizar los datos meteorológicos facilitados por los radares multimeteo. También implantará un sistema de información de vuelo y gestión de flujo de tráfico aéreo (ATFM/AIM), que permitirá monitorizar y optimizar la gestión del tráfico en toda la red de aeropuertos del país.

Por otro lado y para reforzar el control y la seguridad de los movimientos de aeronaves en el espacio aéreo de Costa Rica, la compañía implantará en San José una estación dotada de un radar primario y otro secundario de última generación. El radar secundario incorpora la capacidad de recepción digital de la señal y lleva incorporado un receptor ADS-B que mejora sus prestaciones. Esta cabecera ofrecerá la más elevada capacidad de detección e identificación de aeronaves y ayudará a aumentar el volumen de tráfico que puede absorber el país.