El beneficio atribuido de las cajas de ahorros españolas alcanzó el año pasado los 6.829,1 millones, lo que supone un descenso del 38,7% respecto a 2007 según ha anunciado la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA). El motivo principal es el ejercicio de prudencia realizado por la entidades destinando 9.302 millones a provisiones por el deterioro de activos, un 70% más que en el año anterior.

Dentro de este apartado, se destinaron 1.331 millones a provisiones subestándar, además se hicieron dotaciones netas a provisiones voluntarias por valor de otros 694 millones, un 31,8% más. Es decir, que sumando estos dos últimos conceptos la cifra ascendería a 2.025 millones, que si se contaran como beneficios, las cajas estarían en el mismo nivel de 2006.

Los créditos concedidos se incrementaron en un 6,4%, hasta alcanzar los 930.382 millones. En cuanto a la morosidad, se reafirmó en que este año alcanzará el 7%, lo cual no le preocupa dado el elevado nivel de solvencia de las entidades españolas.