Comenzamos el año. Siempre es un momento para mirar hacia atrás antes de mirar hacia adelante. Nos planteamos nuevos retos y deseos de mejora. Pues en el plano económico no puede ser menos. Si miramos hacia atrás, indudablemente la economía española se encuentra, desde un punto de vista macroeconómico, mejor que hace cuatro años. El PIB crece, la productividad, las exportaciones, el empleo,… Pero no se asientan sobre una base sólida. La mayoría de las variables se han basando en cuestiones externas y coyunturales: bajo precio del petróleo, mejora de las economías con las que estamos conectadas, tipo de cambio débil… No ha habido un cambio de estructura productiva y por eso el empleo, aunque mejora, lo hace de forma insuficiente.

Entrevista a Manuel Alejandro Cardenete

Ya en esta misma columna comentamos que, desde la Universidad Loyola Andalucía, en el Informe de Invierno del Loyola Economic Outlook, no augurábamos más de un 2,5% de PIB para 2016. En ese momento éramos el centro de previsión más pesimista. Ya tenemos previsiones más pesimistas como las del Banco de Sabadell que está dando 2,2%.

¿Y si miramos a Andalucía? Pues en la misma línea, aunque con características diferenciales y con signo negativo. El crecimiento no será mayor de ese 2,5% y la tasa de paro no bajará, a buen seguro, del 30% salvo algún trimestre suelto, como el segundo de 2016. El problema es que no nos hemos tomado en serio el cambio de modelo productivo. En Andalucía y España hemos perdido una oportunidad de oro con la crisis económica para realizar este cambio. Ya lo dijo el ex-ministro Solbes y poco después fue defenestrado.

El pasado mes de julio, el Instituto de Cartografía y Estadística de Andalucía, publicaba el Marco Input-Output de 2010. A partir de ahí hemos ya obtenido la Matriz de Contabilidad Social, en el seno del Departamento de Economía de Loyola. Esperábamos con impaciencia esta base de datos que recoge de manera excepcional la radiografía de una economía. En nuestro caso, la fecha de realización está justo en el ojo del huracán de la crisis económica y por lo tanto, magnífica oportunidad para ver cómo iba evolucionando la economía andaluza. Desgraciadamente han vuelto a salir como sectores claves los de siempre: Agricultura, Extractivas, Construcción, Auxiliares de la Construcción y Servicios (tanto de Mercado como no Mercado). La crisis no ha modificado nuestra estructura.

¿Y ahora qué? Pues ahora nos encontramos con una economía que muestra signos de recuperación pero que todo lo que le rodea es incertidumbre: no tenemos Gobierno en Madrid -y veremos a ver-  y esto afectará al Gobierno andaluz y su estabilidad -menos mal que tenemos el Presupuesto aprobado- y las variables que nos han impulsado a llegar a la situación de expansión económica pueden desvanecerse. La Reserva Federal Americana acaba de subir el tipo de interés y ya ha avisado que lo subirá tres o cuatro veces durante el año. Esto implicará que el Banco Central Europeo tendrá, más tarde o temprano, que subir los suyos. Y esto nos encarecerá las hipotecas, los préstamos personales y las pólizas de crédito, con el subsiguiente frenazo de la inversión y actividad. Además, el dólar se fortalecerá y el euro se debilitará. Esto mejorará nuestras exportaciones hasta que el tipo de interés europeo suba y el euro vuelva a remontar, con el encarecimiento de las exportaciones. Menos mal que en el precio del petróleo parece asegurado su nivel bajo.

Por lo tanto, será un año complicado. Esperemos que sea un punto de stand by y no de retroceso. Aunque si le sumamos las peticiones de reforma que vienen de Europa, este deseo podría esfumarse.

 

Manuel Alejandro Cardenete

Catedrático de Economía – Director Loyola Leadership School

Director Departamento Economía Univ. Loyola Andalucía

@macarflo