Los quinientos mil autónomos andaluces somos piezas claves de la economía. ¿Cuántas veces hemos dicho que somos tierra de emprendedores? El tejido empresarial andaluz lo conforman mayoritariamente empresas de cero a cinco trabajadores (93%). Es una realidad que #SomosEmpleo, que creamos uno de cada cuatro puestos de trabajo. Nos autoempleamos, generamos riqueza, hemos sumado en la época de bonanza y hemos resistido en época de crisis, donde vertebramos los pueblos y ciudades de Andalucía… y con todo, hay quienes se permiten ignorar esta realidad y, de un lado, sacar de su chistera fórmulas mágicas que prometen el surgimiento de grandes empresas. O de otro lado, con palabras despectivas hacia sectores tradicionales del trabajo autónomo, aferrarse a una foto fija de nuestro mercado laboral de finales de la década de los ochenta.

rafael Amor ATTAIndudablemente, la historia tiene un curso más largo y la crisis económica nos ha mostrado, a todos los que tenemos los pies en la tierra, que la realidad actual de nuestro modelo productivo y del mercado de trabajo no puede considerarse como una foto fija, sino que, por el contrario, implica la necesidad de una redefinición del modelo productivo andaluz y con fortaleza y muchas ganas, la necesidad de impulsar una estrategia de crecimiento y desarrollo económico.

También implica afrontar que los cambios constantes en las trayectorias laborales de los andaluces no se ciñen, sólo, a las transiciones entre el empleo asalariado y el desempleo, sino también entre las diferentes formas de trabajo (temporal, indefinido, autónomo, pluriactividad o parcial). Es decir, asumir que lo que antes era típico, ahora es marginal y lo atípico se ha convertido en la regla.

En este nuevo escenario, no se puede obviar a los autónomos, al 18% de cotizantes de nuestro sistema y a los 237 mil empleos que generan. No se les puede encasillar sólo en sectores tradicionales; hoy por hoy, su presencia es cada vez mayor en sectores de actividad innovadores, tecnológicos y profesionales. Y, sobre todo, no se puede ignorar que el autónomo es un trabajador para las empresas y un empresario para los trabajadores y que, además, se autoemplea para emplear. Todo un reto para las reglas de juego en nuestro actual sistema socioeconómico, de relaciones laborales y, sobre todo, para los agentes e instituciones que tradicionalmente las han fijado.

En un año envuelto en procesos electorales, desde ATA, hemos hablado de esta realidad a la que nos ha llevado la crisis, hemos trabajado intensamente proponiendo, analizando, impulsando medidas en favor de los autónomos, y así lo hemos trasladado a todo aquel que nos ha querido escuchar, sin distinción de partido ni de color político o de ámbito territorial.

No han sido propuestas que se puedan hacer en 24 horas, pero “solucionar la vida a los autónomos” no es inalcanzable, no supone obligatoriamente un alto coste a las arcas públicas y no es complejo. Hacerlo sólo requiere dos cosas: intención y un profundo conocimiento de su realidad. Se puede incluso reemplazar la segunda por algo más simple, saber escucharles.

Fomento, consolidación, no discriminación y diálogo. Esos son los cuatro ejes para solucionar la vida a los autónomos y con ello, conseguir el avance que nuestra tierra necesita. Las organizaciones de autónomos como ATA sabemos por dónde empezar, seguir y rematar.

 

Rafael Amor Acedo

Presidente de ATA Andalucía