Los datos de la macroeconomía, que tardan en llegar a las familias para incrementar el consumo y a las empresas en volver a hacer inversiones y crear más empleo por una mayor demanda, han ido confirmando a lo largo del año 2015 que España ha salido de la recesión y eso queda acreditado por los datos consolidados en varios trimestres de crecimiento del PIB.

Jose Luis García PalaciosPero ello no quita para que en el ambiente general social siga prevaleciendo la palabra crisis, porque las cifras que aportan tanto la Encuesta de Población Activa como el número de personas inscritas en las oficinas de los Servicios de Empleo siguen manteniendo unos datos con un elevado porcentaje de desempleados. Y ha quedado de alguna forma expresado en el desconcertante resultado de las elecciones legislativas celebradas el 20 de diciembre del 2015 que nos introduce en un laberinto político en el que sólo ahora tienen la palabra y la capacidad de decidir los dirigentes de las distintas candidaturas que han obtenido representación parlamentaria. Sólo a ellos  corresponde ahora, y sin mucha dilación, encontrar el camino adecuado y certero para salir del mismo y que nuestro país no genere desconfianza a la inversión y pierda la credibilidad que durante los últimos años tanto trabajo ha costado recuperar.

Desde Caja Rural de Sur ya habíamos apreciado unas lentas pero sólidas señales de reactivación de la economía, e inclusive una mayor demanda de servicios, tanto de las empresas y cooperativas como de los particulares. Como entidad de crédito cooperativo, que también ofrece ‘banca universal’ en todas sus oficinas y, por supuesto, el respaldo al mundo rural, nos encontramos situados entre los cinco primeros grupos financieros de España, según la calificación que a lo largo de todo el año 2015 ha ido dando a conocer la agencia de calificación Fitch. Nuestra sólida y solvente posición nos permite, pues estar preparados para apoyar a todos los sectores económicos en la regeneración del mucho tejido productivo que desde el 2007, desgraciadamente, se ha ido perdiendo.

Puede ser que hayamos perdido en estos ocho años a más de una generación de emprendedores y también de gestores empresariales que suponía un bagaje y una experiencia fundamental en el equilibrio de la actividad productiva, pues el propio déficit público ha supuesto para las distintas Administraciones Públicas una menor fuerza como polea de trasmisión de la economía al aminorar en el presupuesto las partidas de inversión mientras se ha mantenido, casi inalterable, el gasto corriente en las mismas.

Nuestras miras y objetivos en el año 2016 deberían estar centrados en impulsar la recuperación para acelerar la creación de empleo, que es la medida más social, porque España no puede mantener muchos años tan elevadas cifras de desempleo. Los resultados del 20 de diciembre que amplían el abanico y arco parlamentario con nuevas formaciones y de las que desconocemos todavía muchas de sus propuestas y programas de Gobierno nos han dejado, en definitiva, muchas incógnitas abiertas y esa incertidumbre no es buena para nadie.

Y como decía al principio de este artículo, sólo la nueva clase política que se va a sentar en el Congreso y Senado a lo largo del mes de enero es la que puede tranquilizarnos desvelando cómo se sale, a ser posible, fortalecido de este complicado laberinto que amenaza la estabilidad en el Gobierno de nuestro país y que nos ha llegado, por la entrada en la dialéctica política de un medio tan influyente como la televisión y también de las redes sociales, en el peor de los momentos del devenir de nuestra economía.

Es de esperar, como ya ocurrió en la etapa de la transición, que el interés común prevalezca por encima de partidismos y personalismos porque España, escrito de manera  clara y diáfana,  no se lo puede permitir.

Espero que todos los representantes públicos estén a la altura de las circunstancias y de la delicada posición de nuestra economía, precisamente cuando el horizonte empezaba a clarear después de años muy difíciles y complicados, y que desde Caja Rural del Sur hemos afrontado con paso firme y seguro hasta el punto de que nos ha permitido sumar al proyecto a la Rural de Córdoba y consolidar nuestra implantación en cinco provincias de Andalucía (Sevilla, Huelva, Córdoba, Cádiz y Málaga).

 

José Luis García Palacios

Presidente de Caja Rural del Sur y del Banco Cooperativo Español