Abengoa ha vendido a Masdar su participación en Shams-1, la planta termosolar de 100 MW desarrollada por la compañía en Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos). Hasta ahora, la planta era propiedad de Abengoa en un joint-venture junto con las compañías Total y Masdar.

Esta operación forma parte de la venta de activos no estratégicos enmarcada dentro de la política de desinversión anunciada por Abengoa. De hecho, este no es el único activo cuyo traspaso se encuentra cerrado. También se ha firmado la venta de la antigua sede de Abengoa en Madrid, ubicada en la calle general Martínez Campos.

Además, se han recibido ofertas por el edificio de casi 8.400 m2 que alberga las antiguas oficinas centrales de la compañía en Sevilla, así como de otros activos inmobiliarios y terrenos propiedad de la Abengoa y localizados en otras geografías.

En conjunto, las ofertas recibidas por Abengoa por algunos de sus activos no estratégicos superan los 100 millones de euros, cantidad en la que ya está incluido el desembolso por Shams-1, así como el del inmueble de Madrid y otros activos no estratégicos de Abengoa. La compañía espera poder ir cerrando en los próximos días el resto de las operaciones. Estos activos estaban contemplados en el plan de desinversiones a corto plazo anunciado.

Dichas operaciones, unidas a otras ventas previstas por la compañía que se encuentran en avanzado estado de negociación y los compromisos necesarios en las negociaciones con sus grupos de interés (bancos, bonistas, otros acreedores financieros y proveedores), permitirán a la compañía avanzar en el plan de viabilidad.

Abengoa, con el asesoramiento de Alvarez & Marsal, está elaborando un plan de negocio que presentó al Consejo de Administración la última semana de enero de 2016. Además de continuar con la política de desinversiones, el plan también permitirá simplificar su estructura, reducir gastos y optimizar sus recursos.

José Domínguez Abascal, presidente de Abengoa, ha afirmado que “los ingresos provenientes de la venta de los activos se destinarán a cubrir gastos de la compañía para afrontar el proceso de negociación en el marco del 5 bis de la ley concursal”. “Estamos comprometidos a transformar el proyecto para adaptarlo al nuevo entorno, manteniendo sus señas de identidad propias entre las que destaca la tecnología puntera y la innovación que han conformado Abengoa desde sus inicios”, ha subrayado.