El sector servicios español continuó registrando un crecimiento de la actividad comercial, de los nuevos pedidos y del empleo en febrero, pero hubo indicios de que la incertidumbre política tras las elecciones generales de diciembre ha atenuado la demanda, conllevando a ritmos más débiles de expansión.

Según el índice PMI de Markit, la tasa de inflación de los precios pagados se mantuvo relativamente modesta, mientras que las empresas de nuevo redujeron ligeramente sus precios cobrados.

El Índice de Actividad Comercial ajustado estacionalmente registró 54.1 en febrero, disminuyendo del nivel 54.6 observado en enero, aunque continuó señalando una sólida expansión de la actividad durante el mes.

También fue evidente que el ritmo de expansión de los nuevos pedidos se ralentizó en febrero y la incertidumbre política también fue uno de los factores responsables de la primera reducción de los pedidos pendientes de realización en cuatro meses. “No obstante, el ritmo de declive fue sólo marginal”, señalan.

El estancamiento político en España también tuvo un impacto negativo en la confianza entre las empresas de servicios en febrero.

Andrew Harker, Economista Senior de Markit y autor del informe, apunta que “mientras que el último conjunto de datos del PMI para las empresas de servicios españolas mostró un panorama bastante positivo de la situación del sector, hay algunos factores desfavorables que parecen estar limitando las posibilidades de crecimiento. El más obvio de ellos es la incertidumbre política, que estuvo vinculada a la caída de la confianza, así como una expansión más lenta de los nuevos pedidos en febrero, ya que algunos clientes aplican el enfoque de esperar y ver qué pasa antes de comprometerse a realizar nuevos proyectos”.