A nivel global, la agencia internacional de la energía alerta sobre un aumento del 70% en la demanda de electricidad en 2040, y debería ser compatible con la reducción de las emisiones de CO2 propuestas.

La red de distribución ha sido pensada y desarrollada durante décadas atendiendo a grandes centrales generadoras, muchos consumidores dispersos, un flujo energético unidireccional y una estabilidad del sistema basada en una generación controlable (térmica e hidráulica).

El aumento del consumo eléctrico y las necesidades de disminuir el impacto medioambiental asociado hacen que las arquitecturas clásicas de estos sistemas deban ser revisadas.

francisco_gcastrejonHacer compatible el impacto ambiental y las necesidades energéticas sólo es posible si se modula el consumo mediante la eficiencia energética en el uso final de la energía, si se sustituye generación no renovable por renovable y se reducen las pérdidas del sistema, acercando la generación al consumo. Además, como la generación renovable no es gestionable, se hacen necesarios nuevos elementos de estabilidad del sistema vía almacenamiento de energía, contribución de las renovables, gestión de la demanda  y mejoras de los sistemas de control y gestión (de generación y consumo). Esto último implica un uso intensivo de las tecnologías TIC.

La “European Technology Platform” define Smart Grid como “una red eléctrica capaz de integrar de forma inteligente el comportamiento y las acciones de todos los usuarios conectados a ella -generadores, consumidores y aquellos que realizan ambas acciones- con el fin de distribuir de forma eficiente y segura el suministro eléctrico, desde el punto de vista sostenible y económico”.

La “Estrategia de Innovación de Andalucía 2020” presta atención a estos temas por el potencial de desarrollo industrial que se genera en torno a ellos. Se identifican las necesidades 47 y 49, “Smart Grid” y “Redes Distribuidas”, e identifica sus oportunidades asociadas, “Profundizar en la gestión de redes distribuidas que permitan la interconexión eficiente de generación y consumo” e “Incorporar TIC que posibiliten el desarrollo de redes inteligentes de Energía”.

Llegados a este punto, ¿qué podemos hacer para implementar estos conceptos y que sean una realidad?

Abundando precisamente en estos puntos, “Redes Distribuidas” y “Smart Grid”, es donde Isotrol posee y desarrolla soluciones que hacen posible este concepto de energía y red inteligente, bien con productos que son una sólida realidad de mercado, o con productos precomerciales de vanguardia, generados en proyectos de innovación tanto nacionales como europeos.

En particular, y centrándonos en el vector de la integración de las renovables en red, el producto CER -implantado en más de 400 plantas de energía renovables en 18 países- permite la gestión de más de 8.600 MW de renovables, de forma que estas se integran como una generación más controlable, predecible y de forma adecuada para que puedan colaborar en los servicios de apoyo al sistema (control de reactiva, tensiones, casación de mercado, etc.).

ORPHEUS-ISOTROLEn particular, el sistema permite gestionar un conjunto de plantas de forma centralizada como una planta virtual de potencia, gestionando su producción de un modo eficiente, rentable. Isotrol también realiza centros de control y despachos delegados de renovables y posee en sus instalaciones un centro de respaldo para este tipo de plantas, CERCOER, mediante el cual ofrece un servicio de supervisión continua en régimen de 24×7 para garantizar tiempos de reacción muy cortos ante posibles incidencias. Todo esto permite aunar las ventajas de una generación renovable (emisiones y economía) con las exigencias clásicas a la generación para que esta provea estabilidad y robustez al sistema eléctrico.

Centrándonos en la gestión de los recursos energéticos distribuidos, Orpheus permite la creación del nodo inteligente de la Smart Grid, cuya gestión interna y servicios hacia la red están dirigidos por objetivos económicos y limitados sólo por restricciones técnicas. Orpheus permite gestionar la generación, el consumo y el almacenamiento eléctrico y térmico como un único vector. De esta forma, se puede minimizar el coste local de la energía e intercambiar con el sistema servicios de almacenamiento o gestión de excedentes.

Pensemos en un gran consumidor (una fábrica u hospital) que tenga fotovoltaica, cogeneración, almacenamiento eléctrico y térmico, y consumo eléctrico térmico. Es posible minimizar el coste de la factura energética, garantizar el abastecimiento y seguridad energética, y todo ello en función del precio de la electricidad y gas, de las inercias de los sistemas de almacenamiento, de la gestión de la cogeneración, de la producción fotovoltaica, del perfil del consumo, y del uso de los equipos instalados.

Además, puede ayudar a la red eléctrica, convirtiéndose en un nudo gestionable (dentro de las restricciones técnicas). Por ejemplo, es posible gestionar qué parte de producción se vierte a red, qué parte se autoconsume, o qué porcentaje se almacena, y en función de criterios técnico-económicos o de consignas que dé el gestor del sistema.

Con estas dos soluciones, sin duda, estamos más cerca de dar respuesta a estos desafíos y contribuir al desarrollo del entorno industrial en un área cuya tecnología tiene gran proyección mundial.

 

Francisco González Castrejón

Director Desarrollo de Negocio de Isotrol