El resultado atribuido de los grupos bancarios españoles, a 31 de diciembre de 2015, ascendió en términos agregados a 10.389 millones de euros, lo que representa un aumento del 5,6% respecto al ejercicio anterior.

Por su parte, el resultado consolidado fue un 9,3% superior al obtenido al cierre de 2014, hasta alcanzar un importe de 12.647 millones y una rentabilidad sobre activos totales (RoA) del 0,50%, cifra similar a la registrada el año anterior.

El margen de intereses mantuvo la tendencia positiva iniciada en 2014 y se situó en el 2,22% sobre activos totales medios (ATM), con un incremento de un 11% anual en su importe y 3 puntos básicos de mejora en la rentabilidad sobre activos.

Los gastos de explotación se mantienen en niveles semejantes a 2014, lo que permite sostener el ratio de eficiencia en el 49% con un 1,60% sobre ATM, un punto básico menos que en 2014. La cuenta de pérdidas y ganancias refleja las menores necesidades de provisiones y saneamientos que las entidades bancarias españolas tuvieron que realizar en 2015, si bien alcanzan un importe agregado de 22.000 millones de euros, con un descenso de 13 puntos básicos sobre ATM respecto al año anterior.

Los resultados extraordinarios y atípicos fueron, en conjunto, negativos durante 2015 a diferencia de los beneficios obtenidos en el ejercicio precedente. Todos estos factores, junto al menor gasto por impuestos contabilizado, situaron el resultado atribuido en 10.389 millones de euros, lo que supone una rentabilidad sobre recursos propios (RoE) del 5,5%, 20 puntos básicos inferior al alcanzado en 2014.

Por su parte, en 2015 el agregado de las cuentas de resultados individuales de los bancos españoles mostró una estabilización de los márgenes más recurrentes del negocio bancario y un claro descenso en las necesidades de provisiones de las entidades, lo que permitió alcanzar un resultado del ejercicio de 7.247 millones de euros, un 35% superior al del año anterior, con una rentabilidad del 0,50% sobre ATM.