En 2015 Puig alcanzó unas ventas netas de 1.645 millones de euros, representando un crecimiento del 9% a nivel reportado y de 2% a perímetro constante y sin efectos tipo de cambio.

Por su parte, el beneficio antes de impuestos representa un 11% de los ingresos netos y el beneficio neto atribuido ha alcanzado los 126 millones de euros, un 8% de las ventas, y un 28% menos de lo alcanzando en 2014.

El impacto negativo en los beneficios de este ejercicio es consecuencia de los gastos asociados a la preparación de la correcta integración de Jean Paul Gaultier en el portfolio de marcas de Puig y del esfuerzo inversor para apoyarlas y conseguir los objetivos de crecimiento que la compañía se ha marcado en este trienio.

La compañía mantiene su plan de crecer un 33% en el trienio 2015-2017 hasta alcanzar los 2.000 millones de euros de ventas. Para ello, aumentará su inversión en apoyo de sus marcas, sacrificando el beneficio a corto plazo, con el objetivo de recuperarlo al final de dicho plan.

“A pesar del entorno volátil e incierto a nivel macroeconómico”, en particular en geografías emergentes importantes para Puig como son Latinoamérica, Oriente Medio o Rusia, la compañía espera crecer a doble dígito en 2016 y mantener el objetivo del plan trienal.