La llegada a nuestro país de redes sociales como Facebook (2008), aplicaciones como Twitter (2009) o comercios como Amazon (2011), de ámbito totalmente ‘online’, ha supuesto grandes cambios en el día a día de la sociedad española en un corto periodo de tiempo.
“Se han abierto nuevas vías de comunicación, inmediatas y con capacidad para propagarse incluso fuera de nuestras fronteras, algo que pueden -y deben- aprovechar incluso tiendas con 50 años de historia», afirma Encarna Molina, cofundadora de LandS.es.
Así, los responsables de este portal, dedicado al marketing ‘online’ en el canal ‘retail’, ofrecen varias recomendaciones para que comercios y profesionales puedan aprovecharse de estas herramientas:
1. ¿Quién dijo miedo? La barrera tecnológica es un reto para los comerciantes de mayor edad, que en muchas ocasiones se enfrentan a un terreno desconocido. «La pregunta “¿Y yo para qué quiero esto?” es ya un tópico, la importancia de la presencia de un negocio en Internet está demostrada y, en todo caso, no va a detenerse».
2. Estar al día. Para aquellos negocios que ya cuenten con una página web, conviene tener presente la rápida evolución del entorno ‘online’. “Un portal creado hace, pongamos, seis años y que no se haya actualizado periódicamente sirve para muy poco. Hoy en día, cuando existe tanta oferta al alcance de la mano -y nunca mejor dicho teniendo en cuenta el empleo de dispositivos móviles-, es indispensable que nuestra página esté, al menos, adaptada al formato de teléfonos y tabletas”.
3. Saber escuchar. Internet es una fuente de información que permite analizar parámetros básicos en el desarrollo de la actividad de cualquier negocio, desde estadísticas de consumo a nuevas tendencias. “Dedicarle unas horas a investigar nuestro mercado nos va a ayudar a comprender tanto la situación de la oferta como de la demanda. Gracias a las múltiples herramientas a nuestra disposición, esta labor no debe limitarse a dar una vuelta por el barrio -que también-, podemos encontrar clientes y competidores hasta en el extranjero”.
4. Aprender a adaptarse. O, dicho de otra forma, “renovarse o morir” es una filosofía necesaria para cualquier negocio, “lo que no quiere decir que haya que caer en los extremos, puede ser suficiente prever cambios mínimos, ya sea en la forma de vender o en el producto. Si hemos sabido escuchar los errores que cometemos y los que comenten otros, podemos adelantarnos y rectificar a tiempo”.
5. Delegar. “Si estamos pendientes del día a día de nuestro negocio, no podemos estarlo de otras cosas que también son importantes. Desarrollarse en el entorno ‘online’ es un reto más, pero si nos vemos incapaces de afrontarlo solos podemos buscar quien nos eche una mano, y cada día es más fácil encontrar una solución adaptada a nuestras necesidades”. Y es que la especialización dentro del sector empresarial es una tendencia que se refleja significativamente en el ámbito de las ‘startups’. De modo análogo sucede con las aplicaciones para móviles, de las que cada vez se desarrollan más y con objetivos más concretos.