Cuando hablamos de I+D+i hablamos de Investigación, de Desarrollo y de Innovación, y aunque a priori pueden parecer conceptos ajenos a nuestra realidad cotidiana, tienen mucho que ver en ella porque, entre otras cuestiones, son los cimientos que van a determinar el modelo productivo sobre el que se sustente nuestra economía.

En relación con este tema, el Gobierno andaluz ha presentado el Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación 2020, conocido por sus siglas como PAIDI. Un Decreto que plantea alcanzar para ese año una inversión del 2% en I+D+i, combinando al 50% inversión pública y aportación del sector privado, de manera que se respete el compromiso de la Agenda por el Empleo (ECA) 2014-2020.

Francisco-Carbonero12-439x451Es incuestionable que Andalucía necesita buscar nuevas fórmulas que reorienten nuestra economía hacia un modelo más estable, que genere valor añadido y un empleo de más calidad y, para ello, es indispensable esa I+D+i, de ahí que para CCOO el PAIDI sea una buena noticia. Sin embargo, la consecución de los objetivos que se marca nos genera dudas, ya que si en catorce años la inversión ha pasado del 0,65 al 1,03%, con años de bonanza económica incluidos, entiendo que difícilmente podrá alcanzarse en cuatro años el 2% que se plantea, teniendo en cuenta la fuerte parálisis de la inversión privada y el recorte presupuestario del 43% por parte del Gobierno central desde 2010 hasta 2016.

Es verdad que ha habido una evolución creciente del porcentaje en inversión en I+D, pero aún así seguimos estando en el 1,03 por ciento, mientras que la media española se sitúa en el 1,23% y la de los 28 países miembros de la UE en el 2,03%.

Es por ello, que el gobierno andaluz tiene que ser más concreto acerca de cómo piensa recabar la inversión necesaria para alcanzar ese objetivo, por supuesto deseable y necesario para Andalucía, y desde CCOO ya le hemos expresado nuestra disposición a trabajar de manera coordinada para que el Plan sea transparente en su desarrollado y los derechos de los trabajadores y las trabajadoras queden garantizados en todo momento.

Para empezar, hacen falta cambios ya que, nuestra comunidad, por la tipología de empresas que tiene, necesita de plataformas que favorezcan la creación de clústeres. Así sería más fácil y viable la inversión en I+D+i, y es el Gobierno andaluz quien debe encargarse de crear esa tela de araña.

Tampoco existe en Andalucía la cultura empresarial de capitalizar empresas sino que, en la mayoría de los casos, se busca conseguir beneficios a base de reducir los costes, lo que suele implicar más precariedad laboral. De ahí que una de nuestras propuestas sea que el Plan apueste por un cambio de mentalidad empresarial a fin de que las empresas sientan la Investigación y el Desarrollo como algo necesario para un futuro empresarial y laboral de calidad, en el que se incluya el mayor capital social de una empresa que son sus trabajadores.

La formación tiene que jugar asimismo un papel determinante, y para ello es necesario que esta vuelva a ocupar un papel prioritario en las agendas políticas y empresariales. No cabe duda de que España y Andalucía tienen una de las generaciones universitarias mejor formadas de su historia, pero el abandono político de la formación para el empleo y la falta de capacitación de los trabajadores por parte de las empresas para que estos puedan seguir avanzando en sus carreras profesionales, está provocando un anquilosamiento que sitúa a Andalucía en un segundo nivel respecto a España y nos aleja de Europa.

Por ello, tenemos que ser capaces de explotar el potencial de nuestra tierra y ser vanguardia en un ámbito esencial para el presente y el futuro de Andalucía como es el I+D+i, para retomar el rumbo y situarnos en la senda del crecimiento estable y de calidad. Determinar quiénes son los agentes económicos del conocimiento que tienen que buscar el modo de hacerlo para, entre otras cuestiones, transferir la investigación básica que se da en el entorno de la universidad, a las empresas en lo que se denomina investigación aplicada, es clave para alcanzar ese objetivo. La I+D+i tiene que ser un pilar de la universidad pero también del mercado laboral, porque de ella depende, en gran medida, la calidad del futuro de Andalucía, de su economía y de sus gentes.

 

Francisco Carbonero Cantador

Secretario General de CCOO-A

@carboneropaco