El Banco Mundial y Fundación ONCE unen sus fuerzas para promover el desarrollo económico y social de las personas con discapacidad a través de la educación, el empleo, el desarrollo de habilidades, la formación y la accesibilidad universal y diseño para todos.

En el Memorandum de Entendimiento (MOU) firmado este miércoles, el Banco Mundial y Fundación ONCE centran su colaboración en la investigación conjunta, la capacitación y el desarrollo de modelos de éxito.

Firma acuerdo 2“Mil millones de personas -el 15% de la población mundial- tienen algún tipo de discapacidad, y la prevalencia es mayor en los países en vías de desarrollo” afirma Maninder Gill, director del Departamento de Prácticas Mundiales de Desarrollo Social, Urbano y Rural, y Resiliencia del Grupo Banco Mundial. “Nuestra colaboración con Fundación ONCE se centra en apoyar la capacidad de la sociedad para incluir a las personas con discapacidad. Asegurar su inclusión y promover la igualdad de oportunidades es clave en el trabajo del Banco Mundial para construir comunidades inclusivas y sostenibles, alineadas con los objetivos de la institución para acabar con la pobreza extrema y promover una prosperidad compartida”.

Por su parte, Alberto Durán, vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, señala que “esta alianza tiene por objetivo asegurar la plena participación de las personas con discapacidad en nuestras sociedades. La falta de participación debido a las barreras de acceso a la educación, al empleo y a la vida social significa que somos invisibles. La exclusión se convierte en norma y no contamos con nuestras sociedades. Esta situación puede empeorarse, especialmente en los países emergentes, si creamos nuevas infraestructuras sociales y hacemos los entornos inaccesibles. Por ello, necesitamos trabajar en común y tener en cuenta la accesibilidad y la inclusión como criterios para el desarrollo. En este sentido, tendremos sociedades inclusivas que permitan la plena participación y la protección social de las personas con discapacidad. Únicamente si nos aseguramos la puesta en práctica de la Agenda 2030 de una forma inclusiva conseguiremos alcanzar los objetivos sociales de desarrollo también para las personas con discapacidad. Este es un paso que damos juntos en la misma dirección”.

Algunas de las áreas de colaboración incluidas en el acuerdo son intercambio de conocimientos, ideas y experiencias adquiridas; planificación de actividades conjuntas en las áreas de interés común; trabajo en común en seminarios, conferencias y talleres de formación; y cooperación en investigación conjunta.