Los perfiles profesionales de la economía digital

 

Las universidades españolas, que en un tiempo lejano fueron líderes mundiales en muchas áreas de conocimiento y a las que acudían a formarse estudiantes de toda Europa, recordemos a las míticas de Salamanca o Alcalá, hoy día se pierden en mediocres posiciones de rankings internacionales, tan atrasadas como la 551 y la 601 respectivamente, según una encuesta a 75.000 profesores universitarios a escala global.

La rígida estructura de nuestro sistema universitario provoca el anquilosamiento de su oferta y, de ahí, la falta de atracción por las carreras tecnológicas; motivado por la falta de contenidos actualizados que el mercado demanda y por los métodos que se utilizan, prácticamente invariables en los últimos 25 años. La universidad española, en el campo de la informática, esencial para la Economía Digital, enseña a través de lenguajes “obsoletos” como Pascal o C. Las grandes consultoras, que necesitan programadores orientados a Big Data o a los sistemas de los smartphones, como Android o IOS, critican con razón que la universidad no forme a los informáticos de acuerdo con las necesidades actuales. Las empresas tecnológicas buscan desesperadamente programadores que no encuentran. La universidad forma menos informáticos para un mercado que exige cada vez más especialistas. No hay licenciados especializados. Mientras tanto, la universidad sigue enseñando lenguajes obsoletos que ya no se usan.

– La inversión universitaria en España ha disminuido en 1.300 millones desde el año 2009.

– La OCDE considera ‘alarmante’ la falta de calidad de la enseñanza universitaria española.

– Las expectativas de inserción laboral de los recién graduados han disminuido y no se encuentran profesionales adecuados a la demanda.

La exigencia de una alta cualificación de los profesionales de la industria hace primordial la existencia de una formación de calidad, así como medidas favorecedoras de la retención y atracción de talento. Actualmente, el 63,6% de las empresas del sector tiene problemas a la hora de encontrar personal cualificado, un hecho que puede suponer el frenazo del crecimiento de esta industria, muy dependiente de la especialización de sus trabajadores.

entrevista borrero9La UE prevé que, en 2020, en Europa existirá una demanda no cubierta de profesionales de las TIC de entre 730.000 y 1.346.000 empleos.

El número de Agenda de la Empresa de octubre de 2015 se dedicó a los nuevos perfiles profesionales, justo en el momento en el que la ANECA y tres ministerios del estado español se ponían de acuerdo para enumerar y definir los nuevos grados que los deberían formar en nuestras universidades. ¿Qué ha ocurrido desde entonces? ¿Se han generado nuevos grados en muchas universidades españolas? Desgraciadamente, el sistema no va al ritmo del mercado y prácticamente no se ha hecho nada. ¿Y nuestras universidades andaluzas? ¿Tomaron nota de estos nuevos perfiles? La respuesta es que algo se ha hecho, pero en escasa medida.

Los aspectos más incisivos de la demanda laboral de la Economía Digital están liderados por los mercados de:

– Los contenidos digitales.

– Las ciudades inteligentes.

– La Industria Conectada 4.0.

Los Contenidos Digitales: el ariete de la industria digital

Diferentes industrias que se han transformado a lo digital, motivadas por la fuerte irrupción de Internet y la llamada “Revolución Digital”, están  demandando nuevos perfiles polivalentes, que tienen la propiedad de poder desplazarse entre los diferentes verticales de la actividad económica.

La brecha entre demanda y oferta formativa va en aumento; si se analiza a escala nacional, se desprende que será necesario formar  hasta 305.000 perfiles nuevos que se demandarán en torno a los contenidos digitales antes del 2017, según el informe de la FTI. En Andalucía, esta brecha es más significativa al contar con una oferta formativa más limitada y escasa.

Los principales mercados demandantes de empleo del mercado de contenidos digitales los encontramos en videojuegos, contenidos digitales propiamente, Marketing Digital, la Empresa Digital y sus aspectos legales.

El sector de contenidos digitales ofrece una oportunidad de empleabilidad de alto valor, tanto por su calidad como por el volumen alcanzable, en caso de disponer de universidades con la estructura formativa adecuada.

Ciudades Inteligentes: la transformación digital de las ciudades

Las ciudades inteligentes fueron, durante algún tiempo, un concepto indefinido. Hoy, tanto en Europa como en España, están claramente identificadas las áreas en las que deben poner su foco y cuál es el mapa de ruta que tienen que seguir para su desarrollo, en función de su punto de partida. Incluso el conocimiento de la ciudadanía respecto al concepto es muy alta.

La Comisión Europea estima que 249 de las 468 ciudades con más de 100.000 habitantes tienen iniciativas sólidas en Smart Cities (51,2%).

El ecosistema de Smart Cities español nos permite disfrutar de una sólida posición en los rankings europeos e internacionales, debido al alto número de experiencias desarrolladas. España se apoya en tres pilares diferenciales para tener este liderazgo, áreas en las que muchos países puntúan escasamente:

1. La normativa de Normalización CTN 178 de AENOR.

2. El modelo de Gobernanza representada por la Red Española de Ciudades Inteligentes, RECI, con 75 ciudades.

3. Nuestra industria de Smart Cities es líder global.

La asignatura pendiente se encuentra en nuestro sistema educativo, en especial, el universitario, que va por detrás en la formación de profesionales que el mercado de las Smartcities está demandando.

Las áreas de actividad de las Smart Cities se centran en los mercados de energía, movilidad, bienestar, medioambiente y administración abierta.

Industria Conectada 4.0: Cuarta revolución industrial

Lo nuevo de esta revolución se encuentra en el uso intensivo de los “Sistemas ciber-físicos”, la introducción del concepto “Smart”, tanto en los procesos productivos como en los productos, la aplicación intensiva de la “Internet de las Cosas” (IoT), el uso de la “Hiperconectividad” en los procesos, conectando personas y objetos, y el análisis de todas las variables de los procesos y del producto mediante el “Big Data”.

El concepto Smart provoca de facto una hibridación entre el mundo físico, en el que nos desenvolvemos, y el virtual o digital, generado por los sistemas de información. Pero, además, hay que añadir otros habilitadores específicos que en la Industria facilitan la hibridación entre sistemas reales y el mundo digital; se trata de la “Impresión 3D”, la “Robótica Avanzada” y la “Sensorización y Sistemas Embebidos”.

Destaca sobre las innovaciones en la Industria 4.0 la “Impresión 3D”, que permite la fabricación de piezas de manera muy flexible y adaptada a requerimientos particulares.

Conclusión

Andalucía cuenta con buenos ejemplos en todos los aspectos de la economía digital en los tres pilares principales, con industrias conectadas que hacen uso intensivo de las tecnologías, como son el sector aeroespacial y el agroalimentario.

Una mejor cualificación de los graduados y titulados en las áreas de la Economía Digital ayudaría a acortar los tiempos de inserción laboral, evitaría el desfase entre trabajos ofertados y aquellos que se quedan sin cubrir, estimularía la regeneración del tejido empresarial y fomentaría la resiliencia de nuestras empresas.

Para aprobar la asignatura pendiente de nuestro sistema educativo, hay que actuar de forma inmediata en la universidad y también donde se producen las vocaciones, es decir, en los niveles de primaria y secundaria, preparando a los docentes para la gran oportunidad que supone la transformación digital, ineludible para el futuro de nuestra región.

 

Adolfo Borrero Villalón

Presidente de la Alianza Inercia y de las Comisiones de Smartcities de CEOE y de AMETIC