La I+D+i juega un papel clave en el desarrollo de cualquier región, ya que contribuye fuertemente al establecimiento y consolidación de un entorno productivo basado en el conocimiento y la tecnología, con alta capacidad de generación de empleo de calidad y riqueza.

En este sentido, parece obvia la necesidad de apoyar e impulsar la inversión pública y privada en I+D+i, sobre todo en regiones como Andalucía, ya que, aunque en los últimos años nuestra comunidad había empezado a converger con otras regiones españolas y europeas en materia de innovación, la grave situación económica que hemos sufrido no sólo ha frenado este proceso de convergencia, sino que la reducción de la inversión en I+D+i a nivel nacional y regional frente al aumento que se ha dado en otros países como Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, ha hecho que aumente esta brecha.

Carmen-BaenaFrente a la mala situación que reflejan los últimos datos publicados a nivel nacional, la buena noticia es que existen factores que permiten augurar para los próximos años una situación claramente mejor que la actual, aun siendo muy alejada de la vivida antes de la crisis. Por un lado, parece que existe un consenso social y político sobre la necesidad de mejorar la situación en  materia de I+D+i.

Por otro, y por primera vez en mucho tiempo, se da una alineación en estructura, objetivos, líneas prioritarias y alcance temporal de los planes de investigación e innovación vigentes a nivel europeo (Horizonte 2020), nacional (Estrategia Española de Ciencia y Tecnología y de Innovación 2013-2020) y regional.

En Andalucía, se aprobó en febrero de 2015 la Estrategia de Innovación para la especialización inteligente de Andalucía RIS3 2014-2020, y en marzo de 2016 el Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI 2020), siendo éste el principal instrumento de programación, coordinación, dinamización y evaluación de la política de I+D+i de la región. Sin embargo, para que estos planes consigan los objetivos que se proponen, urge que se agilice el lanzamiento y puesta a disposición del sistema de los instrumentos y acciones que contemplan, ya que si en materia de innovación los tiempos son fundamentales, en Andalucía aún más si cabe, ya que el tiempo que se pueda perder, no sólo hará que la recuperación sea más lenta, sino que dificultará la convergencia con otras regiones y países.

También es necesario, y así se contempla en el PAIDI2020, un análisis, evaluación y posible reestructuración de los Agentes que forman parte del Sistema Andaluz del Conocimiento, entre los que se encuentran, entre otros y además de IAT, el resto de centros tecnológicos andaluces, los parques tecnológicos, las universidades y otros organismos públicos de investigación.

Desde IAT, como centro tecnológico especializado en ingeniería y gestión de la innovación, tenemos el objetivo de seguir contribuyendo de manera significativa a este sistema, generando conocimiento y tecnología, y aportándolo al entorno productivo, para contribuir así activamente a la mejora de la competitividad de nuestra región.

Para ello, es fundamental la apuesta clara por la reindustrialización como clave para la generación de riqueza, y la Industria 4.0 como motor de la misma. Asimismo, es necesario un impulso decidido de nuevos mecanismos de fomento como la Compra Pública de Innovación para el estímulo de nuevas soluciones tecnológicas o de servicios.

En definitiva, nos encontramos en un momento clave para la I+D+i en nuestra región, en el que se presentan oportunidades claras para que Andalucía avance significativamente en este ámbito, pero si no se materializan convenientemente para que lleguen al entorno científico, tecnológico y empresarial, difícilmente podrán alcanzar los ambiciosos objetivos que se plantean.

 

Carmen Baena

Directora de I+D de IAT