Los nuevos criterios para la exportación de los albaricoques o damascos secos establecidos recientemente por la Comisión Económica para Europa (UNECE) darán un significativo impulso al comercio internacional de esos productos.

El organismo de la ONU destacó que esos requerimientos permitirán a los productores del valle de Fergana, un área que se extiende a través de Kirguizistán, Tayikistán y Uzbekistán, donde se registraron estallidos de violencia étnica en 2010, una forma de producción sostenible y de mejorar su competitividad en los mercados internacionales.
La UNECE señaló que es un pequeño pero significativo paso hacia un futuro de paz para la región de Asia Central.
Los nuevos estándares fueron revisados por los grandes productores de la industria que incluyen a Turquía y a otros gobiernos, y con ello se cerró un proceso de consultas que demoró cuatro años.

Estos requerimientos establecen, entre otras cosas, la calidad de la fruta, su inocuidad y las condiciones de manipulación y transporte, además de exigencias del empaquetado.