Eternas horas frente al escritorio e infinidad de compromisos por cumplir pueden afectar a la vida personal, por lo que el hotel Barceló Bilbao Nervión propone siete consejos para mantenerse zen en la oficina:
1. Empezar el día con tiempo
Aunque suene tentador apagar el despertador y disfrutar de diez minutos más de sueño, es necesario empezar el día con calma para hacerlo con el pie derecho. Tiempo para ducharse con tranquilidad, desayunar y arreglarse para verse bien durante el resto del día.
2. No comer frente al ordenador
No significa que cada día uno tenga que salir a un restaurante a comer para no hacerlo en la oficina, sino lo más sano es comer fuera del espacio en el que se trabaja. Un momento de break que es necesario para despejar la mente y disfrutar de la comida que tenemos delante. No hay por qué renunciar a llevar el tupper, por ejemplo, a un parque vecino y sentarse a comer tranquilamente al aire libre.
3. Coger aire
Respirar, un gesto sencillo que realmente olvidamos cuidar. Hay que enfocarse en respirar profundamente al menos cinco inhalaciones y exhalaciones continuas. Esta práctica es el principio de la meditación y del mindfulness.
4. Trabajar en una cosa a la vez
La clave es la organización. La situación se puede poner frenética, pero hay que intentar ir de uno en uno y no empezar una nueva tarea hasta que se finalice la anterior; es lo mejor para mantenerse concentrado y aumentar la eficacia.
5. Desconectar al salir del trabajo
No hay que llevar las preocupaciones del trabajo a casa, ya que el hogar debe ser el santuario en el que encontrar paz y descansar. Hay que intentar encontrar ese click en el cerebro que ayude a desconectar y a disfrutar del tiempo de descanso que se tiene en casa.
6. Energía positiva
Alejarse de las relaciones laborales tóxicas y rodearse de gente positiva y alegre siempre ayudará. No existe la obligación de ser amigo de nadie, por eso es necesario intentar encontrar gente que aporte buenas vibraciones y consiga hacer del entorno de trabajo un lugar mejor.
7. Pasión por lo que se hace
La realidad es que se pasa la mitad de la vida en el trabajo y la otra mitad pensando en él. Es importante trabajar en algo que apasione ya que de ello dependerá en gran medida la felicidad de cada uno, además, ya lo decía Confucio: “Si amas lo que haces nunca será trabajo”.
