En numerosas ocasiones escuchamos en las empresas frases como “tengo una buena idea”, “puede ser un excelente negocio” o “este proyecto va a ser un éxito”. Pero estas expresiones no son suficientes a la hora de presentar nuestra iniciativa. Tenemos que saber cómo “vestirla” para que pueda materializarse.
Los expertos en recursos humanos explican que es difícil que nuestros compañeros o superiores confíen y crean en nuestra idea si no sabemos cómo venderla. De ahí la importancia de elaborar una estrategia que consiga que quién deba aceptarla decida llevarla a cabo.
Por ello, la Comunidad Laboral Trabajando.com – Universia ha recogido algunas de las claves para que nuestra propuesta se haga realidad:
1. Una vez elegimos al destinatario adecuado, debemos transmitir nuestro mensaje de forma clara y concisa; como si se tratase del elevator pitch que los emprendedores presentan a sus posibles inversores. Elige cuidadosamente cada palabra de tu discurso.
2. Toda idea es la solución a un problema o situación específica, por tanto, demuestra porqué tu propuesta es diferente, innovadora, y hará que tu empresa se diferencie más de la competencia.
3. Demuestra con datos su viabilidad de tal modo que dejes claro sus beneficios para la actividad de tu departamento o compañía. En esta fase, debemos definir los recursos económicos y humanos necesarios para desarrollarla.
4. Define los plazos y tareas a seguir. Recuerda que siempre será mejor hablar de un periodo de tiempo más amplio que el que has contemplado cuando has preparado la estrategia de lanzamiento y ejecución.
5. Por puesto, nunca plantees la solución que ofrece tu idea atacando a alguien, o por el contrario parecerá que no cuentas con argumentos o conocimientos sólidos para su defensa.
6. Ten siempre preparadas las respuestas a las posibles preguntas que podrían tirar por tierra tu idea. Analiza los posibles efectos negativos que podría tener en caso de realizarse para tener preparada de antemano una solución eficiente, es decir, convierte una posible debilidad en una fortaleza.
Lo más importante es que creas en tu idea y seas capaz de defenderla con argumentos concretos, que dejen en evidencia que no sólo es algo que te gustaría hacer, sino que también has investigado la industria, los pros y los contras de tu propuesta que harán de ella una excelente inversión de recursos para la empresa.
Como explica Javier Caparrós, director general de Trabajando.com España – HR Consulting, “es necesario realizar un estudio previo al desarrollo de la idea o propuesta de negocio. Un análisis DAFO te permitirá ver con claridad las fortalezas y debilidades de tu propuesta, además de ayudarte a detectar posibles obstáculos con los que te puedes encontrar, pudiendo así pensar en las soluciones para evitarlos”.