Las oportunidades de negocio que ofrece la lucha contra el cambio climático

Introducción

Ya está demostrado: la influencia del ser humano en el clima es una realidad. El aumento de los gases de efecto invernadero derivados de la actividad humana, fundamentalmente de la energía y del transporte, se han disparado en las últimas décadas, provocando cambios drásticos en nuestra atmósfera. Se trata de un problema global que no conoce fronteras y que está dañando múltiples ecosistemas del planeta.

La actividad económica, tal como la conocemos actualmente, está provocando el problema, pero siempre que hay una amenaza, surge la oportunidad. Y de ser parte del problema, la industria puede ser parte de la solución. La transformación de los procesos productivos, así como la forma de producir, transportar y consumir la energía, son la clave de esta oportunidad.

adolfo-borrero-211x211Los esfuerzos de los diferentes encuentros de cumbres de clima, están forzando a los países a adoptar medidas paliativas que en cada convocatoria incluye a más naciones. Es el caso de los dos países más contaminantes del planeta, EE. UU. y China, que han ratificado su adhesión al tratado contra el cambio climático en la reciente reunión del G20. Esto es crucial para tener algún atisbo de éxito en esta empresa. En el caso de China, lo ha tomado tan en serio que ha decidido poner en marcha un programa para tomar el liderazgo en el uso de las renovables.

China es actualmente el líder mundial en la emisión de gases que causan el cambio climático, pero también encabeza el ranking mundial en el uso de las energías renovables.

El conjunto de las centrales eólicas chinas suman ya una potencia instalada de 145.100 MW, por delante de los 141.600 MW del conjunto de la Unión Europea (UE) y los 74.471 MW de Estados Unidos.

En Europa, el líder en energía eólica sigue siendo Alemania, que el año pasado sumó 6.013 MW. En la lista de nuevas instalaciones destacan también Polonia (1.266 MW), Francia (1.073), el Reino Unido (975 MW) y Turquía (956 MW). Entre los países europeos en los que la energía eólica está estancada se encuentra a España, lo que representa nuevamente en nuestra reciente historia una destrucción de un sector industrial, como ya nos ocurrió con el nuclear. Es precisamente este subsector en el que aparecen nuevas concesiones de construcción de plantas, como es el caso del Reino Unido con la planta nuclear de Hinkley Point. Y, curiosamente, son Francia y China los tecnólogos de este proyecto, los dos países más destacados en el uso de esta energía que prácticamente no contamina y que no produce GEIs. Y lo hacen a través de sus dos empresas estatales, EDF y China General Nuclear Power Group, lo que indica lo estratégico que es el sector de la energía para ambos.

Encontramos una paradoja atractiva en naciones que son originadoras del problema, debido a su potente producción de combustibles fósiles, los productores de petróleo. Pero están tomando conciencia y adoptando programas con proyectos tangibles para atajar los efectos del cambio climático. Es el caso de Kuwait, como podemos leer en esta edición de Agenda de la Empresa, en el que cuentan su experiencia en este campo. Su criterio es claro: vamos a seguir produciendo petróleo para diferentes usos, pero vamos a intentar que lo que consumamos en el país provenga de fuentes renovables. Pensemos que el petróleo en el futuro dejará de ser una fuente energética, pero se seguirá extrayendo para muchos otros fines, como es la industria del plástico.

Ciudades sostenibles, ciudades inteligentes

Las ciudades son las causantes de más del 75% de las emisiones de CO2. Por tanto, si queremos atacar el problema, debemos hacer más eficientes los procesos que ocurren en ellas. En un primer estadio, la monitorización se torna como un elemento básico de concienciación y mediación de la evolución de las actuaciones; el control es el siguiente paso que permite la toma de decisiones automática.

Las ciudades inteligentes fueron, durante algún tiempo, un concepto indefinido. Hoy, están claramente identificadas las áreas en las que las que deben poner su foco y definidos los mapas de ruta que se tienen que seguir para su ejecución en función de su punto de partida.

Las áreas de actividad de las Smart Cities se centran en los mercados de energía y la movilidad, teniendo como objetivos mejorar el bienestar, el medioambiente y administración abierta. Todos ellos coordinados en los planes estratégicos de cada ciudad, inciden en mayor o menor medida en la lucha contra el cambio climático.

La Unión Europea es muy consciente de estas estrategias y ha puesto a disposición de las ciudades diferentes programas específicos de ayudas para que se puedan nutrir de los fondos necesarios, con los que desarrollar proyectos que aumenten la sostenibilidad ambiental y económica.

Empleo en la economía del cambio climático

Las oportunidades de negocio en la lucha contra el cambio climático se traducen en nuevos empleos que requieren de especializaciones muy concretas. Es el caso de las energías renovables, que hoy ya están generando más puestos de trabajo que las energías fósiles.

Fundamentalmente provienen de la mano de las nuevas tecnologías, que están transformando los procesos productivos y la forma de hacer negocios. Las renovables permitieron la creación de 400.000 puestos de trabajo en todo el mundo en en 2015, un 5% más que el ejercicio anterior.

Basta considerar el caso del vehículo eléctrico: sus elementos son muy distintos a los de un motor de combustión, lo que requiere un conocimiento adaptado a la nueva realidad. Aquí, de nuevo, nuestras instituciones educativas tienen un papel crucial para enfocar correctamente este cambio y generar profesionales acordes a estos nuevos paradigmas.

La tecnología está lista: ¿y la sociedad?

La revolución digital, la electrificación de la movilidad, la producción de renovables son ya realidades que nos ofrecen tecnologías maduras de aplicación inmediata. Pero la sociedad no está siguiendo estos pasos a la misma velocidad, produciendo un desfase entre las necesidades que nos acucian y la resolución de las mismas por el empleo de soluciones avanzadas. Es necesario una concienciación social mucho más intensa que la que tenemos actualmente, tanto por parte de la ciudadanía como por empresas y administración, de forma que vean que el problema es real y hay que actuar. La motivación medioambiental es difícil de transmitir a la sociedad, pero las soluciones que se ofrecen se acompañan de reducciones de los costes de operación. Pongamos un ejemplo, como es el caso de la eficiencia energética: las tecnologías que disponemos actualmente permiten que la inversión se pague con creces con los ahorros, y a la vez eliminamos emisiones de contaminantes. La pregunta es: ¿a qué esperamos a implantarla masivamente?

La Red Española de Ciudades por el Clima, de la que es presidente el alcalde de Sevilla, es un ejemplo de motivación de la sociedad por resolver el problema. Se trata de una herramienta muy útil para reunir las mejores prácticas municipales con el fin de incidir en la solución.

A principios de octubre en la ciudad de Málaga, se convoca el Foro ‘Greencities y Sostenibilidad’, donde se debatirán todos estos temas y encontraremos a empresas líderes en la lucha contra el cambio climático. Es importante resaltar que desde la creación del Foro ‘TIC y Sostenibilidad’ hace 10 años, la conciencia que las administraciones, empresas y ciudadanía está haciéndose casa vez más patente. Pero el camino no ha hecho mas que empezar.

Conclusión

España cuenta con buenos ejemplos de empresas que, siendo parte del problema, se han puesto al frente de la solución. Hemos de alentar estas iniciativas como consumidores, teniendo en cuenta sus esfuerzos para resolver el problema.

Una mejor cualificación de los graduados y titulados en las áreas de la economía verde, ayudaría a acortar los tiempos de inserción laboral, evitaría el desfase entre trabajos ofertados y aquellos que se quedan sin cubrir, estimularía la regeneración del tejido empresarial y fomentaría la resiliencia de nuestro país.

Un futuro sin combustibles fósiles es muy real y la fecha en que esto se produzca está muy próxima; está en juego el legado que dejemos a las próximas generaciones.

 

Adolfo Borrero Villalón

Presidente de las Comisiones de Smartcities de CEOE y de Ametic

 

ARTÍCULO INCLUIDO EN LA REVISTA DE OCTUBRE DE AGENDA DE LA EMPRESA. CONSECUENCIAS ECONÓMICAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO. ¿QUÉ COSTES TENDRÁ EL CALENTAMIENTO GLOBAL? ¿QUÉ OPORTUNIDADES DE NEGOCIO GENERARÁ?